«El Gobierno va a a revisar claramente cuestiones apuntadas en el informe de la Cámara de Comptos sobre el Canal de Navarra en torno a una financiación absolutamente desmedida de la ampliación de la primera fase», ha destacado Barkos.

El Canal de Navarra está programado para llevar agua del controvertido pantano de Itoitz a Lizarraldea y Erribera, pero sus excesivos costes ponen de manifiesto que no es sostenible económicamente. El acuerdo programático suscrito por las fuerzas del cambio establece la necesidad de revisar el peaje en la sombra empleado en la primera fase del Canal y de estudiar posibles irregularidades.

«La financiación es completamente ajena a unas condiciones razonables de mercado, ya que tiene unos intereses propios de tiempos de ususa. Me temo que habrá que revisar esto muy seriamente», ha añadido Barkos.

La lehendakari también ha mostrado su preocupación por otro macroproyecto hidráulico, el recrecimiento del pantano de Esa, destacando que no se ha garantizado la estabilidad de la ladera sobre la que se asienta la presa. Lambán, en cambio, ha apoyado el recrecimiento y se ha mostrado convencido de la seguridad.