NAIZ
IRUÑEA

El juez ve «indicios claros» de que el crimen de Iñaki Indart en 2008 fue cometido por su padre

El juez que investiga la muerte de Iñaki Indart en 2008, ve «indicios claros» de que el crimen fue cometido por su padre que, «tras golpearle varias veces en la cabeza», lo habría arrojado a una sima de 45 emtros en Gaztelu «mientras todavía estaba con vida». El auto de juez apunta a que un Guardia Civil de Etxalar ha ayudado a José Antonio Indart a «entorpecer la investigación».

El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Iruñea aprecia «indicios racionales claros» de que el joven de Gaztelu Iñaki Indart falleció a consecuencia de los golpes propinados por su padre, José Antonio Indart Sarretea, quien arrojó el cuerpo de su hijo «mientras estaba todavía con vida» a una sima de 45 metros de profundidad y de muy difícil acceso en el término municipal de Gaztelu, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa.

Por ello, ha convocado al encausado y al Ministerio Fiscal para una comparecencia el próximo 19 de octubre a las 12.30 con el fin de concretar las imputaciones. Para esa comparecencia el magistrado cita a la madre y a la hermana de la víctima para informarles de que, si lo estiman oportuno, pueden personarse para ejercer la acusación particular.

Según la investigación, la noche del 8 de marzo de 2008, Iñaki Indart tuvo un incidente con su vehículo. Su padre, al enterarse, «le golpeó en varias ocasiones en la cabeza», lo que le originó «graves lesiones». Con el fin de evitar ser descubierto, le llevó inconsciente en su todoterreno a la sima denominada Legarra, con una profundidad de 45 metros y de muy difícil acceso, «donde lo arrojó mientras estaba todavía con vida».

Los restos del joven fueron hallados el 23 de diciembre de 2014 por miembros del grupo de espeleología Satorrak, exhumación parada desde entonces. Los restos de Iñaki Indart fueron recuperados el 26 de diciembre. En junio de 2015 José Antonio Indart fue detenido, para quedar en libertad provisional días más tarde.

Según asegura el juez, el joven fallecido venía sufriendo malos tratos por parte de su padre, quien llegó a golpearle. «Eran frecuentes los gritos, insultos y humillaciones» por parte del imputado.

Indart obstaculizó la investigación con la ayuda de un Guardia Civil

El acusado es un hombre conocido en el mundo ganadero de Euskal Herria, donde ha recibido muchos premios hasta que se limitó su presencia por la queja del resto. Asimismo, es conocida su afición a la caza y a los safaris por África, al mismo tiempo que su relación con el general Enrique Rodríguez Galindo.

El auto del juez Edilberto Esteban apunta que el acusado ha tratado de interferir en todo momento en la investigación. De este modo, relata que contrató un detective privado a quien aportaba pruebas e informaciones falsas y trataba de evitar que la mujer del encausado aportase datos.

Del mismo modo, habría tratado de dificultar la investigación de la Policía Foral con la ayuda del agente de la Guardia Civil del puesto de Etxalar M.D.G.G. que habría accedido a la base de datos de tráfico para facilitar a Indart los vehículos particulares de un agente que llevaba la investigación. También le trasladó la lista de vehículos sin distintivos que formaba parte del operativo. El juez ha solicitado que se inicie un proceso por presuntos delitos de «encubrimiento y omisión del deber de perseguir delitos».