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Los drones, ¿regalo estrella de estas navidades o herramienta profesional?

Las aeronaves no tripuladas, más conocidas como drones, han pasado de ocupar un plano secundario en el día a día a ser un claro candidato a convertirse en el regalo estrella de los jóvenes para estas navidades. Pero, ¿hasta qué punto pueden estos aparatos ser considerados meros juguetes? ¿Deberían ser empleados únicamente como herramientas profesionales?

Los drones aspiran a convertirse en un regalo estrella para estas navidades. (Martin BERNETTI/AFP)
Los drones aspiran a convertirse en un regalo estrella para estas navidades. (Martin BERNETTI/AFP)

La revolución de los drones ha llegado también a las jugueterías y cada vez son más los padres y madres que se acercan a uno de estos establecimientos en busca de un dron apto para los más txikis.

Sin embargo, se desconoce hasta qué punto estas aeronaves no tripuladas se pueden tratar como juguetes o si deberían usarse única y exclusivamente como un aparato de apoyo en profesiones como la fotografía o, incluso, como espía para misiones de guerra de índole internacional.

En una entrevista con Efe, el director general de la empresa multinacional de ingeniería y consultoría aeronáutica Aertec, Antonio Gómez-Guillamón, asegura que «la robótica es una de las líneas de futuro» y añade que para el próximo año, solo en Estados Unidos, «habrá un millón de drones volando".

Cifras que el empresario considera «increíbles», extrapolables a Europa «por el nivel adquisitivo del continente», y aclara que no se trata de aeronaves «con un propósito de una misión», sino que se trataría de «drones básicos».

A las puertas de fechas tan marcadas por el consumo, como son las navidades, Federico Alva, director técnico de la empresa Atyges, única en Andalucía dedicada a la fabricación de drones, asegura a Efe que «es probable» que durante estas fechas «los drones sean el regalo de moda».

Alva apunta que «ya despuntaron en las pasadas navidades», pero es muy probable que en esta campaña «haya mucho más movimiento» en este sector.

¿Meros juguetes?

A la pregunta de si a estos aparatos se les puede considerar o no juguetes, Alva aclara que «los pequeños (de tamaño) sí pueden ser juguetes, en particular los de gran consumo».

Sin embargo, matiza que estas aeronaves no serían drones como tal, sino más bien «equipos de juguetes de radio control», lo que en términos comunes se refiere a «coches teledirigidos más avanzados».

El director técnico asegura que en este caso se hablaría de drones como un juguete, pero las opciones que presentan «están muy limitadas».

De esta forma, insiste en que hay que diferenciar entre «un juguete que como mucho cuesta cien euros» y un aparato profesional que podría rondar los 30.000 y recuerda que en los juguetes «lo que prima es el coste económico, y la seguridad no es su principal virtud».

En cuanto a la legislación, Alva explica que existen una serie de controles y regulaciones para los drones profesionales, pero que existe «un vacío» con los que están dedicados al ocio.

«Hay una serie de cambios que están previstos de aprobación para el año que viene y van a regular la parte lúdica», matiza Alva, que añade que lo que está por ver es «si los criterios para esa ley se van a hacer por el coste del aparato o por el peso».

En la actualidad, según detalla Alva, «en interiores se pueden volar estos aparatos sin problemas» y recomienda «irse a un lugar tranquilo», si se quiere hacer un vuelo en exterior.