Los reformistas, aliados del presidente Hassan Rohani, ya consiguieron en la primera vuelta poner fin al dominio de los conservadores en la asamblea, formada por un total de 290 escaños.
La votación, que se había planteado como un referéndum sobre las políticas de apertura social, distensión con Occidente y reformas económicas del mandatario iraní, ha dejado un fuerte mensaje de apoyo a Rohani y de rechazo a los conservadores «principalistas», sus más férreos opositores, quienes habrían obtenido, según los primeros resultados oficiales difundidos hoy, unos 22 diputados.
Un recuento provisional publicado por la agencia iraní Mehr apunta a que en el Parlamento habrá una mayoría de diputados reformistas, con hasta 122 escaños, mientras que habrá 84 «principalistas» y 82 independientes, en una Cámara de 290 diputados.