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Del Burgo lleva a los tribunales al pintor de la exposición Sobre la represión de 1936

El pintor y activista por la memoria José Ramón Urtasun ha sido citado el día 23 a un acto de conciliación por Ignacio Del Burgo por, supuestamente, haber vulnerado el derecho al honor de su padre y de su hijo. Ambos aparecen representados en los cuadros de la exposición sobre la represión de 1936 que se pudo ver en el Parlamento hace unas semanas y que ha sido la más visitada de cuantas se han expuesto en el atrio de la Cámara. El acto de conciliación es el paso previo a una querella penal.

Urtasun, colocando la exposición en el atrio del Parlamento. (J. MANTEROLA-ARP)
Urtasun, colocando la exposición en el atrio del Parlamento. (J. MANTEROLA-ARP)

El expresidente navarro que dimitió por el «caso FASA», Jaime Ignacio del Burgo, ha citado a José Ramón Urtasun a un acto de conciliación. Si el pintor no se arrepiente, pide disculpas y retira los cuadros, Del Burgo interpondrá una querella por vía criminal. IRUINDARRA se ha puesto en contacto con el artista que tenía previsto una reunión con sus abogados, no obstante, parece ser que no tiene ninguna intención de arrepentirse de nada.

En los cuadros de Urtasun aparece reflejado el padre Del Burgo, Jaime, con boina roja y como uno de los carlistas que se destacaron por su papel tras el golpe de estado y en la represión que se desató tras él en Nafarroa. Jaime del Burgo alcanzó cierta notoriedad en esos primeros momentos y luego como historiador donde se empeñó en ocultar las dimensiones de la carnicería desatada por los sublevados. Pese a que Jimeno Jurío había presentado ya sus trabajos que hablaban de más de 2.000 muertos, Jaime del Burgo mantenía que las cifras eran de solo 242 ejecutados (menores incluso que las de los registros oficiales). Ahora se sabe que son más de 3.000.

En otro de los cuadros aparece también uno de los hijos de Del Burgo, también de nombre Jaime, que se casó con Telma Ortiz la hermana de la actual reina consorte española. Esta pintura viene a representar cómo las familias de aquellos que participaron en el golpe y se destacaron después en la dictadura se convirtieron en la élite de Nafarroa. Se da la circunstancia de que este cuadro concreto se convirtió en la portada del libro "El Corralito Foral", de Iván Giménez, que narra cómo sucedió este fenómeno.