Iñigo Urkullu ha recibido en el Palacio Miramar de Donostia a representantes diplomáticos de 20 países europeos encabezados por el embajador de Holanda en el Estado español, Matthijs van Bonzel, en un acto en el que ha participado una nutrida representación del Gobierno de Lakua, los alcaldes de las tres capitales así como el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la CAV, Juan Luis Ibarra, y el fiscal superior de la CAV, Juan Calparsoro.

El cuerpo diplomático europeo ha iniciado una visita oficial a la CAV que concluirá el próximo martes y que se inscribe en la presidencia de Holanda en la UE durante este semestre.

El lehendakari ha señalado que «sigue reivindicando el reconocimiento para Euskadi en Europa» mediante una «propuesta constructiva» que puede contribuir a resolver la crisis política, institucional y territorial que se vive en el Estado español en los últimos seis meses y que ha sido «agravada por la falta de capacidad de los partidos para el acercamiento y el diálogo».

Por ello ha considerado «necesaria una refundación en profundidad del Estado» y que «es el momento y es posible un nuevo pacto político de convivencia en el marco de un Estado plurinacional».

Futuro de la UE

Urkullu ha subrayado que la CAV «mantiene su apuesta por Europa» pero ha incidido en que la UE necesita «un nuevo impulso político» y ha instado a que «una vez pasado el referéndum británico», que «sea cual sea su resultado» marcará el devenir de la UE, se debe «consensuar una visión común que relance el liderazgo».

Tras reconocer que le gustaría un «giro» en las políticas actuales de la UE, Urkullu ha abogado por recuperar los valores de los padres fundadores como son una «economía social de mercado» y ha incidido en que «la mera austeridad no es fórmula suficiente para crecer».

Ha defendido también una UE «más activa y pionera» en lo relativo a la nueva revolución industrial así como «respetuosa con los pueblos y naciones que la conforman».

El lehendakari ha señalado que la crisis de los refugiados ha evidenciado la división «este-oeste» al tiempo que ha incidido en la situación de inestabilidad en Africa y Oriente Medio.

En este sentido, ha mostrado su apoyo a una política común de seguridad en Europa y ha recordado que este país «ha vivido demasiados años el sufrimiento de la violencia».

Ante la representación diplomática, Urkullu ha presentado la CAV como un país «industrial», con «un 40 % de la juventud con titulación universitaria», una renta per cápita del 122 % de la media europea y con «alta calidad de vida».

Urkullu ha remarcado que «por fin» desde que ETA anunció el cese dela actividad armada ha comenzado a «recuperar una convivencia normalizada».

El embajador de los Países Bajos ha señalado que conocen Euskal Herria por sus «noticias de armonía y desarmonía en el pasado» y se ha congratulado de que «ahora goce de paz dentro del conjunto de España y dentro de la mancomunidad europea».

Von Bonzel ha señalado que «se dan cuenta de que España es mucho más diversa» de lo que perciben desde Madrid y ha afirmado que este viaje les muestra «que otras partes de Europa pueden tener su propia manera de buscar su relevancia dentro de la gran familia europea».