Pablo Ibar salió del llamado corredor de la muerte, después de que el Tribunal Supremo del Estado de Florida (EEUU) ordenase la repetición del juicio contra el preso de origen vasco. La asociación contra la pena de muerte que lleva su mismo nombre ha anunciado hoy en Gasteiz que el Estado de Florida repite ahora la solicitud de pena de muerte para Ibar. Andrés Krakenberger, portavoz del organismo, ha afirmado que «era previsible» pero que les ha causado «una profunda decepción».
Krakenberger se ha referido en términos como «frialdad» al documento oficial en el que se realiza la solicitud de la condena capital. Prueba, según la asociación, de que «en EEUU la pena de muerte se contempla como un trámite, a pesar de ser un castigo cruel, inhumano y degradante, que no tiene cabida en el siglo XXI».
Aún más grave, según Krakenberger, después de que fuera el Supremo de Florida quien afirmara que las pruebas contra Ibar eran «escasas y débiles», razón por la que anuló la condena a muerte y ordenó la repetición del juicio.
Amplio apoyo y gran costo
Krakenberger ha asegurado que desconocen cuándo será el juicio pero que la defensa está preparada. El presupuesto total de esta defensa asciende a los 1,3 millones de dólares y les falta por recaudar algo menos de la mitad, 590.000 dólares.
En la rueda de prensa de hoy han participado familiares de Ibar junto a personas conocidas como la periodista Estibaliz Ruiz de Azua, el representante de Amnistía Internacional en la CAV Iñaki Hernando y la profesora de Derecho Penal de EHU-UPV Miren Ortubay, entre otros. Esta última ha afirmado que la mera petición de pena de muerte supone ya «una tortura».