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BRUSELAS

Juncker niega que el ‘Brexit’ sea el fin de la UE y pide que la incertidumbre no se prolongue

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha negado que la salida de Reino Unido del bloque comunitario sea el fin de la Unión Europea, al tiempo que ha apelado al impulso de Berlín y París para asegurar que el proceso de incertidumbre durante la negociación del divorcio «no dure demasiado».

Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea. (John THYS/AFP)
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea. (John THYS/AFP)

Juncker ha comparecido ante los medios en Bruselas horas después de conocerse los resultados definitivos del referéndum británico y tras participar en una reunión para coordinar la respuesta europea con el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, y el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.

El jefe del Ejecutivo solo ha admitido dos preguntas de los periodistas y a la segunda, sobre si teme un contagio del euroescepticismo a otros países de Europa y que el ‘Brexit’ sea el principio del fin, ha respondido con un rotundo «no». Después ha abandonado entre aplausos una sala de prensa con gran presencia de eurofuncionarios.

«Espero del motor franco-alemán una toma de posición muy clara. Quisiera que para todo el mundo quedara claro, (sea) evidente y necesario que el proceso de incertidumbre en el que entramos no dure demasiado», ha explicado, para después afirmar que se deben «acelerar las cosas».

El primer ministro británico, David Cameron, ha dado a entender que la notificación formal a la Unión Europea sobre la decisión de abandonar el club no llegará hasta que se produzca el relevo en el Gobierno, y ha hablado de un plazo hasta el mes de octubre.

Sin embargo, en una declaración conjunta leída por Juncker, los dirigentes de la Unión Europea han reclamado que tal declaración llegue «lo antes posible» para poder negociar «rápidamente» la salida.

El artículo 50 del Tratado de la Unión Europea prevé que un Estado miembro puede solicitar su «retirada voluntaria y unilateral» de la Unión Europea, y que los tratados se dejarán de aplicar en este país cuando se logre el acuerdo o, si no hay acuerdo, «a más tardar a los dos años» a partir de esa notificación.