Dabid LAZKANOITURBURU

Liberada Falujah, ¿qué fue de Tikrit?

La ciudad de Falujah, símbolo de la resistencia iraquí contra la invasión estadounidense de 2003, ha sido oficialmente liberada del califato fascista del ISIS.

Es, sin duda, una muy buena noticia, pero ensombrecida por los informes sobre detenciones masivas (hasta 7.000 varones) y desapariciones de civiles a manos de las milicias chiíes. Bagdad les impidió participar en el asalto a la ciudad suní pero el parón en la ofensiva y el desafío abierto de sus dirigentes obligaron al Ejecutivo títere –tán títere o mas de Teherán que de Washington– a darles vía libre. 85.000 civiles desplazados sobreviven a duras penas y con temperaturas superiores a los 45 grados en campos de refugiados instalados en el exterior de la ciudad.

Cuentan barbaridades del ISIS pero confiesan similar temor ante unas milicias cuyo sectarismo inicial se ha recrudecido durante años con los atentados indiscriminados, primero de Al Qaeda y luego de sus sucesores del califato. Todo ello sin olvidar los agravios con respecto a una población suní privilegiada durante los decenios del régimen de Saddam.

Como todo grupo armado con apoyo local, el ISIS se habrá diluido entre la población. Pero la represión contra los civiles, los pogromos y los ajustes de cuentas no acabarán con ese fenómeno. Al contrario.

Tikrit, ciudad natal del desaparecido Saddam, fue liberada el 11 de marzo de 2015. ¿Sabe alguien que ha sido de Tikrit? Nos enteraremos cuando el ISIS, o sus sucesores, la integren junto con la recien liberada Falujah en su nuevo engendro califal. Porque sin solución política para la minoría suní de Irak, las «soluciones militares» seguirán pariendo monstruos.