«Ya basta de tanto teatro y tanto vodevil». Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso español, ha comparecido en un tono de aparente enfado para desmentir los rumores que apuntaban a un pacto entre los jelkides y el PP. Ha considerado que tanto el partido de Mariano Rajoy como PSOE y Podemos están sembrando dudas sobre acuerdos bajo manga pero reitera que en caso de que el presidente en funciones acuda a la investidura, los cinco electos del PNV votarán «no». «Esto no va de transferencias, sino de un cambio de actitud», ha remarcado, recordando que los últimos cuatro años han sido de incomunicación absoluta entre Lakua y La Moncloa. En este sentido, no ha descartado que lleguen a convocarse terceras elecciones. 

No es habitual que el PNV convoque una rueda de prensa tras su encuentro con Felipe de Borbón dentro de la ronda de contactos para la investidura. No lo hizo en las tres ocasiones anteriores. En este caso, sin embargo, Esteban ha explicado que se presentaba ante la prensa para desmentir los «dimes y diretes» extendidos en los últimos días sobre un supuesto pacto con el PP. 

Sobre la estrategia del PSOE de tratar de ubicarles dentro del espectro de «afines ideológicos» del PP, Esteban ha sido especialmente contundente. Ha recordado que gobiernan en coalición con el PSE en las principales instituciones de la CAV. «¿El PSOE necesita compañeritos de viaje? Ya son mayorcitos. ¿Necesita que los demás nos abstengamos para quitarles las vergüenzas?» ha remarcado. Ni siquiera ha entrado en el asunto de los «votos fantasma» a las vicepresidencias de la Mesa del Congreso de PP y Ciudadanos. Aunque el propio PP les señaló, en Sabin Etxea insisten en que ellos no fueron.

Sobre el préstamo de senadores para formar grupo propio, Esteban se ha limitado a considerar que se trata de un gesto de «cortesía parlamentaria». Ha señalado que primero lo intentaron con el PSOE pero que estos les negaron el préstamo. Tampoco ha querido entrar en el cambio de actitud del PP, que ha pasado de calificar estas maniobras para conseguir grupo de «fraude de ley» a prestar sus propios senadores. Algo que, por otro lado, siempre se había hecho.

«No descarto nada», ha reconocido, al ser preguntado sobre qué puede ocurrir cuando se cierre la ronda de contactos del jefe del Estado.