El alcalde, Juan Mari Aburto, ha expresado nuevamente su rechazo a la «conducta cobarde y grosera de los abusos sexuales» y ha añadido que «no se puede soportar ni un segundo más».
En representación del Gobierno de Lakua han acudido los consejeros Jon Darpón y Josu Erkoreka, quien ha apelado a toda la ciudadanía a que adquiera un «compromiso activo contra un fenómeno que es una auténtica lacra social».
«Una agresión sexista no es una anécdota, no es fruto de un juego irrelevante y gracioso, es un atentado a la dignidad y la integridad de una persona, una gravísima falta de respeto que no puede ser tolerada por la sociedad», ha añadido Erkoreka.
Los representantes institucionales, flanqueados por dos carteles de la campaña de fiestas de Bilbo en los que se subraya que «No es no. Ez beti da ez», han guardado cinco minutos de silencio en las escalinatas del ayuntamiento y han concluido el acto con aplausos.
Aburto ha reiterado que el peso de la ley y el rechazo social debe caer sobre los autores de las agresiones, que no deben quedar impunes.
Rifirrafe político
El acto no ha estado exento de polémica política, ya que al mismo no han acudido los ediles de EH Bildu, Udalberri y Ganemos, lo que ha sido criticado por Aburto. En un comunicado conjunto, los tres grupos citados han explicado que la concentración ha sido «una decisión unilateral tomada por el equipo de Gobierno sin contar con la opinión de la mitad de los grupos municipales».
Han subrayado que sí han acudido a las protestas convocadas por las comparsas, considerando que «los representantes institucionales deben dar prioridad a las convocatorias propuestas por el movimiento popular y tejido asociativo frente a otro tipo de compromisos o citas lúdicas». Y es que por ejemplo, mientras que ayer por la tarde tenía lugar una protesta en la plaza del Arriaga, el alcalde y otros representantes institucionales optaron por acudir a la corrida de toros.