NAIZ

Rousseff defiende su inocencia y advierte que «la democracia está en juego»

La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, ha comparecido ante el Senado para defender su inocencia de los cargos que se le imputan y presentarse como una defensora de la democracia, días antes de que la Cámara vote si le suspende definitivamente de su cargo.

Dilma Rousseff ha comparecido ante el Congreso brasileño. (Evaristo SA / AFP)
Dilma Rousseff ha comparecido ante el Congreso brasileño. (Evaristo SA / AFP)

«No lucho por mi mandato por vanidad o por apego al poder, sino por la democracia, por la verdad y por la justicia» ha señalado Dilma Rousseff en su comparecencia en el Parlamento brasileño. Rousseff, que ha recordado su propia trayectoria personal, ha sostenido que entre sus defectos «no están la deslealtad y la cobardía».

Ante los 81 senadores, constituidos en jueces y dirigidos por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, como garante constitucional del proceso, Rousseff ha insistido en su inocencia y ha avisado que «no esperen» de ella «el obsequioso silencio frente a los cobardes que pretenden atentar con el Estado de Derecho».

La presidenta suspendida ha comenzado a presentar sus alegatos finales en el juicio político a que se enfrenta en el Senado y ha afirmado que siente «el gusto amargo y áspero de la injusticia». «Vengo a mirar en los ojos a sus excelencias y decirles que no cometí el delito de responsabilidad», ha asegurado, insistiendo en que las acusaciones en su contra «no pasan de pretextos, basados en una frágil retórica jurídica».

«Lo que está en juego en el 'impeachment' no es mi mandato, es el respeto a las urnas, a la voluntad del pueblo y a la Costitución», ha insistido Rousseff, que ha vuelto a hablar de «golpe contra la Carta Magna».