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Madrid

El PSOE se abstendrá y entregará el Gobierno al PP

El PSOE se abstendrá en segunda votación y entregará el Gobierno español a Mariano Rajoy. Así lo ha aprobado el Comité Federal celebrado hoy en Ferraz. La operación iniciada con el cónclave de hace tres semanas en el que dimitió el anterior secretario general, Pedro Sánchez, termina hoy con una amplia victoria de los partidarios de facilitar el Ejecutivo del PP. Se han impuesto por 139 a 98.

Imagen de la reunión del Comité Federal del PSOE. (J. DANAE)
Imagen de la reunión del Comité Federal del PSOE. (J. DANAE)

Mariano Rajoy será investido la semana que viene presidente español. Lo será por decisión del Comité Federal del PSOE, que ha decidido abstenerse en segunda votación y poner alfombra roja a un Ejecutivo del PP. La votación ha tenido lugar a las 14.30 horas y se ha cerrado con un triunfo de los partidarios de la abstención por 139 a 98 votos. Se votaba una resolución planteada por Elena Valenciano que abogaba por evitar a toda costa las terceras elecciones, aún a costa de permitir gobernar a Génova. La resolución alternativa, planteada por Txarli Prieto (PSE), y que abogaba por mantener el «no», no ha llegado a votarse.

El texto de Valenciano defendía un «rechazo frontal» al PP en primera votación y una abstención en segunda. Es decir, escenificar su enfado con Rajoy para luego entregarle el gobierno. Su principal argumento era evitar las terceras elecciones, que considera «perjudiciales» tanto para el Estado como para el propio PSOE. «La repetición de las elecciones es gravemente dañina para la salud de la democracia, perjudicial para el interés de España y puede tener efectos muy negativos en el PSOE», afirma.

La clave de este texto está en que habla de todo el grupo parlamentario, por lo que se descarta la abstención de solo 11 diputados. Para reivindicar su papel como oposición, presenta una batería de iniciativas que desarrollar en los primeros meses de legislatura como tratar de derogar la reforma laboral, iniciar un diálogo sobre Catalunya o tumbar la Ley Mordaza. De lo que no habla es de los presupuestos, que serían la primera gran norma que tendría que aprobar el Congreso y que volvería a poner al PSOE ante la disyuntiva de apoyar a Rajoy o enfrentarse a otras elecciones.

Esta es la tesis que defiende el texto alternativo presentado por Txarli Prieto, del PSE. La federación dirigida por Idoia Mendia se ha puesto a la cabeza de los opositores a favorecer un Ejecutivo del PP y ha presentado una resolución en la que recuerda que, en caso de abstenerse, se encontrarían con la misma disyuntiva ante las cuentas. Unos números que, además, vendrán marcados por las obligaciones impuestas por Europa, que se contabilizan en 5.000 millones de euros de recortes.

Un total de 44 personas han tomado la palabra, de los 54 que la habían solicitado. La nueva mesa del Comité Federal, dirigida por el exministro Pepe Blanco, rompía con el dominio de los afines a Pedro Sánchez, el dimisionario secretario general. No parece casualidad que haya sido Susana Díaz, presidenta de Andalucía, la que ha cerrado el debate antes de la votación. Tampoco que los presidentes de comunidades que se gobiernan con el apoyo de Podemos, como Javier Lambán (Aragón) o Ximo Puig (País Valencià) hayan decidido no abrir la boca en el cónclave. No se han registrado sorpresas en los discursos.

El debate no solo estaba en si abstenerse o mantener el rechazo a Rajoy. También tenía que ver con qué hacer en caso de que se decidiese avalar al PP, lo que genera un fuerte rechazo entre buena parte de las bases del PSOE. José Antonio Pérez Tapias, excandidato a la secretaría general y líder de Izquierda Socialista, ha invocado a la libertad de voto. Pero está en minoría. Otros integrantes del cónclave, como David Lucas, alcalde de Móstoles, o Paco Fuentes, de la federación extremeña, han insistido en que la decisión deberá ser asumida por todo el grupo parlamentario. Igual de tajante ha sido Elena Valenciano, redactora del texto que aboga por la abstención y que ha descartado una solución «técnica». En su opinión, todos deberían asumir lo que el Comité Federal ordene.

Comparado con el esperpento de hace tres semanas, el Comité Federal de hoy ha sido «un picinic», en palabras de uno de sus integrantes.