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Pablo Crespo, número dos de la Gürtel, afirma que era «un mero transmisor» de Correa

Pablo Crespo, considerado número dos de la trama Gürtel, ha negado las acusaciones y ha defendido que era «un mero transmisor» de Francisco Correa, a quien ha achacado todas las decisiones tomadas.

El considerado número dos de la Gürtel y exsecretario de Organización del PP gallego, Pablo Crespo, ha insistido en que él era «un mero transmisor de órdenes» del supuesto cabecilla de la trama, Francisco Correa, ya que no tenía experiencia empresarial antes de trabajar para él. La Fiscalía pide 85 añis y seis meses de prisión

Durante su declaración como acusado en el macrojuicio de Gürtel, Crespo ha rechazado los cargos y se ha desvinculado repetidamente de las decisiones que se tomaban en las empresas del grupo y las ha achacado a Correa. «Correa viajaba continuamente y lo que necesitaba era una persona de confianza que manejara sus asuntos, era el papel que hacía yo, de transmisor de ordenes», ha señalado.

Ha afirmado que cuando empezó a trabajar para Correa venía del PP gallego y no tenía ninguna experiencia en el mundo empresarial: «Mi experiencia como empresario era nula, sí tenía como gestor en el PP, pero como empresario era cero, por lo tanto mi frecuencia de petición de instrucciones de Correa era continua».

Durante el interrogatorio, la fiscal le ha enseñado un cuaderno escrito de su letra que se intervino en uno de los registros a la trama con anotaciones sobre sociedades vinculadas a Correa en paraísos fiscales. Crespo ha asegurado que esas anotaciones eran órdenes de Correa que él escribía, ya que este último «no tocaba jamás un teclado de ordenador ni sabe manejarlo».

Asimismo ha afirmado que en noviembre de 2008 le llegaron rumores de que «desde el despacho» del entonces ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se estaba organizando «una operación contra el PP con policías amigos y gente de confianza».

Crespo también ha cargado contra el exjuez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón y ha insinuado que prolongó su arresto tras su detención en febrero de 2009 porque estaba cazando con el exministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo.