La explosión de un coche bomba y la inmolación posterior de un suicida han causado, según el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, la muerte de 30 policías y siete civiles, según el último balance oficial. Una de las víctimas no ha sido identificada aún.

Además, 155 personas han resultado heridas, 14 de las cuales se encontraban ingresadas este domingo por la mañana en la unidad de cuidados intensivos, según ha explicado Soylu.

Aunque las autoridades del país han citado expresamente al PKK como principal sospechoso del ataque, han sido los Halcones de la Libertad del Kurdistán, el cual es una escisión del PKK, quienes han reivindicado la autoría del mismo.

En un comunicado publicado en su página web, han confirmado que dos de sus miembros están entre los fallecidos y han asegurado que el ataque no iba dirigido contra civiles: «Es necesario poner fin al fascismo, cuyo único responsable el el partido Justicia y Desarrollo».

El pasado mes de marzo, el TAK asumió la responsabilidad del atentado contra un autobús en Ankara, el cual constó las vidas de al menos 37 personas.