«Ha sido un sueño horroroso», ha asegurado Patxi Zubiaurre, el donostiarra de 84 años que ahora confía en que el aplazamiento judicial de su desahucio, por el impago de un crédito a un prestamista, «tenga un buen final».

Ese final sería, según miembros del colectivo ciudadano Stop Desahucios que ha difundido su caso, que le permitieran vivir durante el tiempo que le quede de vida, con un alquiler social, en el piso del barrio de Amara que hasta 2013 tenía pagado y en el que ha residido durante los últimos 40 años.

Zubiaurre ha ofrecido una rueda de prensa frente a su vivienda donde, arropado por decenas de personas, entre las que había responsables institucionales de varios partidos así como numerosos activistas de Stop Desahucios, Zubiaurre se ha mostrado agradecido: «De momento, me voy a mi casa», ha señalado.

Poco antes, y con gran esfuerzo debido a la insuficiencia respiratoria notoria que padece, ha trasmitido su «agradecimiento muy especial» a los miembros de la plataforma que lo apoyan, a los abogados de ésta que defienden su caso ante los tribunales, a «las autoridades e instituciones» y hasta a sus antiguos compañeros de escuela que se han acercado a él estos días a transmitirle su solidaridad.

Sin poder articular muchas palabras dada la emoción, ha señalado que espera que «todo esto tenga un buen final» porque «ha sido un sueño horroroso y me ha destrozado».

Zubiaurre, que fue profesor de Matemáticas en la Universidad de Deusto en Donostia y enviudó hace apenas unos meses, firmó hace algo más de tres años con la empresa Abacredit un préstamo hipotecario de 104.000 euros con la garantía de su piso ya pagado en «unas condiciones usureras», según la plataforma.