Casanova ha mostrado, en una rueda de prensa en Gasteiz, la «disposición sincera» de la coalición para negociar con el Gobierno de Lakua un posible acuerdo que permita al Ejecutivo del PNV y el PSE, sin mayoría absoluta en el Parlamento, aprobar las cuentas.

El parlamentario abertzale ha dejado claro que iniciar una negociación no supone un «cheque en blanco» y ha advertido a ambas formaciones de que, a la hora de buscar potenciales socios presupuestarios, tendrán que decantarse entre «la derecha española perpetuadora de recortes o las demandas de la mayoría social de este país para hacer unos presupuestos más sociales y progresistas».

El representante de EH Bildu ha advertido de que, en todo caso, el acuerdo se limitaría al compromiso de la coalición soberanista de abstenerse en la votación para facilitar la aprobación del presupuesto, puesto que en ningún caso votaría a favor de unas cuentas que están «viciadas de origen». La abstención de EH Bildu bastaría para que el Gobierno de Lakua pudiera sacar adelante las cuentas con el apoyo de los 37 parlamentarios que suman PNV y PSE.

Ingresos «insuficientes»

Ese fallo «estructural» de las cuentas, según ha explicado, consiste en que están limitadas por unos ingresos «insuficientes». Casanova ha criticado que el incremento del 1,2% en la cuantía del Proyecto de Presupuesto de 2017 respecto al de 2016 se sitúa por debajo del IPC del año pasado (del 1,5%), por lo que el Ejecutivo autonómico «perderá capacidad de hacer cosas» a lo largo de este año.

«Es difícil que nos enamoren estos presupuestos, que no van a ser los de EH Bildu, pero sí podríamos darles luz verde si acordamos modificaciones que mejoren lo actual», ha explicado.

Para hacer frente a este problema, EH Bildu exigirá al PNV y al PSE que se comprometan a impulsar una reforma fiscal en las Juntas Generales de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, con el fin de incrementar los ingresos que obtienen las instituciones.

La reforma, según ha dicho, debería tener un carácter «progresivo», y se tendría que centrar en incrementar la presión fiscal sobre las rentas altas y los beneficios empresariales a través del Impuesto de Sociedades. Casanova ha asegurado que este último impuesto se ha revelado como una figura «fallida», dado que las empresas cada año «pagan menos» por sus beneficios.

El representante de EH Bildu ha rechazado el argumento de que este tipo de reformas, al ser competencia de las instituciones forales, no puedan plantearse en la negociación de los Presupuestos con el PNV y el PSE. Según ha recordado, la última modificación del modelo tributario fue acordada en 2012 a través de un acuerdo político del PNV y el PSE, que luego se trasladó a las Juntas Generales de cada herrialde para oficializar la reforma.

Más recursos

El otro eje sobre el que se articulará la posición de EH Bildu en la negociación presupuestaria con el Ejecutivo es la «reordenación» de las partidas de gastos recogidas en las cuentas. Casanova ha explicado que la coalición exigirá que se destinen más recursos a «mantener y expandir» los servicios sociales.

En este capítulo, reclamará que la Renta de Garantía de Ingresos se incremente en un 8%, de acuerdo al aumento del Salario Mínimo Interprofesional aprobado por el Gobierno español en ese mismo porcentaje. Además, solicitará que se aumenten las partidas para desarrollar una política «proactiva» de apoyo a la creación de riqueza y empleo.

El representante de EH Bildu no ha querido hablar de «líneas rojas», pero ha advertido de que su grupo se mantendrá «firme» en sus posiciones en el transcurso de las conversaciones que vaya a mantener con el Gobierno de Iñigo Urkullu.