Los registros se han llevado a cabo por orden de la Audiencia Nacional española al día siguiente de que tomara declaración en Madrid y decretara prisión sin fianza para Jordi Pujol Ferrusola, quien ha presenciado parte de estos registros, de los que los agentes se han llevado diverso material en cajas.

Al acabar el registro en la vivienda de Pujol Ferrusola en la calle barcelonesa de Ganduxer, le han trasladado a la comisaría de la Verneda antes de ser llevado a Madrid para ingresar en la prisión de Soto del Real.

También se ha registrado la vivienda barcelonesa de su padre, el expresidente Jordi Pujol, en la Ronda General Mitre de la ciudad, en presencia de su esposa, Marta Ferrusola; el despacho de éste, en la calle Calàbria, en presencia suya; y la segunda residencia del matrimonio, en Queralbs (Girona).

La única declaración a los periodistas durante toda la mañana ha sido la del expresidente al salir de su despacho tras el registro, al subir a un coche y sin detenerse: «Siento mucho todo esto que está pasando».

Fuentes judiciales han explicado a Europa Press que no se ha pedido ninguna documentación durante los registros, sino que la Policía Judicial ha ido buscando y cogiendo lo que ha considerado necesario.

En ninguno de los cuatro registros han estado los fiscales del caso ni ningún otro fiscal de Barcelona en representación suya, sino que ha actuado solamente la Policía.

En la vivienda del expresidente no se ha registrado sólo la habitación que tiene su hijo mayor, sino todo el piso, a diferencia de lo que ocurrió el 27 de octubre de 2015, cuando las pesquisas se limitaron a la habitación que en ese momento ocupaba el primogénito y a un despacho contiguo.

En 2015, la policía registró también la casa del hijo mayor de Pujol en Bolvir de Cerdanya (Girona) y el que entonces solo era su despacho profesional, en el número 5 de la calle Ganduxer, que ahora también usa como vivienda.