@AritzIntxusta

Homenaje a los presos de Ezkaba en el aniversario de la fuga

Un centenar de personas ha celebrado un emotivo homenaje en la puerta del penal de Ezkaba, en el 79 aniversario de la fuga. Poemas, relatos de familiares y un compromiso con la memoria han sido los ejes centrales de un acto que ha terminado con una ofrenda floral sobre las rejas del fuerte, que sigue en poder de los militares españoles.

Botellas con papeles han ocupado el centro del acto conmemorativo. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)
Botellas con papeles han ocupado el centro del acto conmemorativo. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)

La asociación Txinparta ha congregado a un centenar de personas frente a las puertas de la tétrica cárcel franquista, construida originalmente como fuerte militar. Familiares y activistas por la memoria han tomado parte de un homenaje en el que se se han recitado poemas, se han cantado canciones revolucionarias y se han narrado historias de algunos presos por boca de sus familiares.

Benan Oregi ha entonado los mismos bertsos que su «aititxa» cuando regresó a su casa tras pasar cuatro años en distintas cárceles franquistas, entre ellas de la de Ezkaba. José Luis Paredes, nieto de un represaliado en Ezkaba, ha venido desde Palencia para contar la historia de sus 200 paisanos que fueron trasladados a la cárcel de Iruñerria. Paredes ha defendido la memoria de todas las personas «que pasaron por esta cárcel y por otras, por estas paredes y por otras». Ha denunciado que todavía queda mucho camino por recorrer y que es necesario que se desmonten los «teatros» que fueron los juicios franquista y que las familias recuperen «lo que se les robó a punta de pistola».

Maite Segura ha explicado quién fue su abuelo, uno de los doscientos que se escaparon en la fuga fatal que ocurrió en aquel fuerte hace 79 años. Como la mayoría de los fugados, a Manuel lo mataron mientras se escapaba. Hoy sigue desaparecido. Eran cuatro hermanos: uno murió en el frente y dos siguen desaparecidos. La hermana, vive.

El acto ha terminado con un aurresku y una ofrenda floral. Los claveles rojos se han colocado en las rejas del portón, junto a ramos con los colores republicanos. También sobre unas botellas con mensaje que recordaban el cercano Cementerio de las Botellas, un espacio en el que se trabajará el próximo verano con voluntarios para dignficarlo y convertirlo en un lugar de memoria.

El acto se ha alargado en torno a una hora entre poemas, bertsos, testimonios, manifiestos y música de txistu, guitarra y jotas. Se ha promocionado también el reciente vídeo «Botilen hilerritik», elaborado por unos estudiantes. Asimismo, se ha dado a conocer la organización juvenil Txinparta Gaztea, que aspira a recoger el testigo de cara a mantener viva la memoria de lo ocurrido.