NAIZ
MANCHESTER

Hasta 5.000 soldados patrullarán en una Gran Bretaña en máxima alerta

Hasta 5.000 soldados se desplegarán por Gran Bretaña tras el atentado del lunes por la noche en Manchester, que provocó 22 muertos entre los asistentes a un concierto juvenil. La alerta se ha elevado de severa a crítica, el más alto de una escala de cinco niveles.

Velas y flores en Manchester, en recuerdo de los muertos en el atentado. (Ben STANSALL/AFP PHOTO)
Velas y flores en Manchester, en recuerdo de los muertos en el atentado. (Ben STANSALL/AFP PHOTO)

El ministro de Defensa, Michael Fallon, ha dado su visto bueno a la puesta en marcha de la ‘operación Tempora’, que prevé que hasta 5.000 soldados colaboren en labores de seguridad bajo mando policial, ha señalado la primera ministra británica, Theresa May.

Desde 2014, el nivel de alerta se mantenía en severo, el cuarto escalón, que indica que «un ataque es altamente probable».

El incremento significa que «agentes de policía armados responsables de proteger lugares clave serán reemplazados por miembros de las Fuerzas Armadas», ha detallado la primera ministra

Según Scotland Yard, los soldados sustituirán a la Policía armada en varios lugares de Londres como parte de la citada operación, que permitirá a los soldados colaborar en las labores de seguridad bajo mando policial.

Así, el Ejército vigilará el palacio de Buckingham, el Parlamento, la residencia de Downing Street y embajadas. También se encargarán de reforzar la seguridad en las calles de Londres y otros puntos importantes, como centros comerciales, estaciones de trenes y estadios.

La decisión del Gobierno se conoció al término de una reunión del comité de emergencia Cobra, ante la posibilidad de que el autor del ataque de Manchester, identificado como Salman Abedi, no actuara solo sino que contase con cómplices.

Los militares trabajarán bajo la estructura de comando de Scotland Yard para reforzar la seguridad en «lugares claves», ha indicado la Policía Metropolitana de la capital británica.

«Haremos todo lo que podamos para proteger a la capital que servimos en este momento inquietante. Todo nuestro trabajo está pensado para hacer que nuestra ciudad sea lo más hostil posible para los terroristas a la hora de planear (un atentado) y operar», ha señalado la comandante Jane Connors, a cargo de la operación policial de Londres.

Abedi, de 22 años, nacido en Manchester (norte de Inglaterra) en una familia de origen libio, hizo estallar un artefacto de fabricación casera en una de las salidas del pabellón deportivo donde acababa de actuar la cantante estadounidense Ariana Grande.

Las víctimas mortales identificadas entre los 22 fallecidos hasta ahora son una niña de 8 años, Saffie Rose Roussos, una joven estudiante de 18, Georgina Callander, y un joven de 26, John Atkinson, todos ellos británicos.

El grupo Estado Islámico (EI) ha reivindicado la autoría del ataque a través de internet, aunque la inteligencia estadounidense ha señalado que el vínculo con los yihadistas todavía no está verificado.

Vecinos del barrio de Fallowfield, el suburbio donde viven algunos miembros del núcleo familiar de Abedi, han descrito a los medios cómo solían ondear banderas libias en ciertas ocasiones.

La policía llevó a cabo una explosión controlada a la entrada de una vivienda en ese distrito para poder acceder al domicilio, poco después de que la primera ministra británica, Theresa May, presidiera un comité de emergencias con altos mandos de la seguridad y la inteligencia.