Según ha explicado LAB, la Guardia Civil examinó su documentación. «A esto se le llama espionaje contra el independentismo. No hay argumento que justifique que la Guardia Civil lo hiciese en términos de seguridad. Lo hizo desde un punto de vista de espionaje y persecución personal, tal y como quedó corroborado con la actitud intimidatoria con la que actuaron».

«El objetivo no fue otro que obstaculizar la labor política y sindical de las y los militantes de LAB, mediante persecución política y personal. En este sentido, lo más grave ocurrió cuando una persona en concreto, torturada en su día manos de los agentes, recibió la mofa de los agentes», ha añadido LAB.

«Todo esto ocurrió en Altsasu. Esto tampoco es casualidad. El pueblo de Altsasu viene sufriendo y denunciando la persecución policial que padecen sus vecinas y vecinos, circunstancia que tiene influencia directa en la vida cotidiana y en el proceso de normalización democrática. Las fuerzas armadas españolas tienen a Altsasu en situación de excepción», ha destacado el sindicato, que ha reclamado la libertad de los jóvenes altasasuarras encarcelados tras un trifulca con agentes del instituto armado.

«El desarme de los estados es necesario y la sociedad y las instituciones vascas han de verificar ese proceso. Siendo esto así, hacemos un llamamiento al Gobierno de Nafarroa y al Gobierno Vasco para que den pasos en esa dirección y para que hagan todo lo que esté en sus manos para que sea posible. Tienen mucho que decir a la hora de garantizar los derechos civiles y democrático de las y los ciudadanos y en aras de favorecer la normalización política», ha emplazado LAB.