El sindicato señala en una nota que, «partiendo de que la reversión total de las cocinas del complejo es un hecho positivo, sin cuestionamiento desde todos los puntos de vista (laboral-sindical, político y sobre todo asistencial), como organización sindical de la plantilla de Osasunbidea no podemos mirar hacia otro lado cuando nuestras compañeras-os de cocinas nos comunican las condiciones de precariedad y penosidad que padecen».

Añade que «toda la ilusión que han puesto en la recuperada gestión pública de la cocina se desvanece cuando han comprobado que lo que podían ser los desajustes lógicos de una reversión (agravados por la situación penosa de medios materiales en que deja Mediterranea de Catering la cocina) van más allá. 
No es una mera cuestión adaptativa, es una cuestión de negligencia en la planificación de la puesta en marcha de la cocina en la parte de producción, en la que, en teoría, se lleva diez meses trabajando».

LAB considera que «la dejación en la organización de puestos y tareas del personal ha sido notoria, se ha delegado en la plantilla recién incorporada toda esa labor, incluida la elaboración de horarios y calendarios. 
Si algo está demandando esta plantilla es unas jefaturas resolutivas y eficientes que diseñen y apliquen esquemas de gestión y organización, que desarrollen un plan de acogida para la nueva plantilla, la asignación de puestos y tareas, el establecimiento de horarios y turnos ajustados a normativa, la unificación de criterios de trabajo, la prevención de riesgos laborales, la reposición de material defectuoso o simplemente dar confianza a una plantilla novata en vez de malas contestaciones con las que pretenden ocultar su ineficacia».