«El terrorista fue encontrado y rodeado. Sacó su arma y, como respuesta, fue abadito». De ese modo relatan la Policía y el Ejército de Israel la muerte de un miliciano palestino en Nabi Salé, cerca de la ciudad de Ramala.
Según las fuerzas israelíes el palestino era sospechoso de haber disparado contra militares y policías en Cisjornadia.
Hasta el momento la única víctima es el miliciano palestino, ya que no se ha declarado víctima israelí alguna.
Desde octubre de 2015, 250 palestinos han perdido la vida a manos de fuerzas de Israel, mientras que son 38 los ciudadanos del Estado judío muertos desde la citada fecha.
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