Etxerat ha ofrecido hoy una rueda de prensa en Bilbo para valorar el octavo accidente de tráfico del año producido durante los largos viajes que los familiares deben realizar «de manera impuesta» para poder ejercer su derecho a visitar a sus seres queridos. A consecuencia de él, la compañera del preso Asier García Justo sufrió un pinzamiento y latigazo lumbar y cervical, fisura muscular en el brazo y un fuerte golpe en las costillas.

Patricia Vélez y Nagore Mujika, portavoces de la asociación, han detallado los accidentes que se han ido sucediendo estos meses, incidiendo en la violencia que se ejerce desde hace 28 años contra los presos y sus allegados a través de la política de dispersión. «Nos obligan cada semana a participar en una cruel ruleta rusa, sin saber qué ocurrirá en el próximo viaje que tendremos que hacer», han denunciado.

En el inicio del nuevo curso, han vuelto a interpelar una vez más a los responsables políticos «y más a los defensores de la política de dispersión» a acabar definitivamente con ella y liberar a los prisioneros con graves enfermedades. «No podemos esperar más, o ¿alguien cree que la sociedad vasca está dispuesta a aceptar una muerte más como consecuencia del mantenimiento de las políticas de excepción», se han preguntando después de recordar la muerte de Kepa del Hoyo. Respecto al caso del preso de Galdakao, han apuntado a que «nos ha dado la medida de la sed de venganza que sigue sustentando en la actualidad la política de dispersión».

Por ello, Vélez y Mujika han emplazado a las instituciones y agentes políticos, sindicales y sociales para que «den un paso firme para lograr acabar con el alejamiento y la dispersión, y lograr la libertad de los presos con enfermedades graves». «No debe pasar un día más», han subrayado.

Agradecimiento de la víctima

No ha faltado el mensaje de apoyo al preso Asier García Justo y a su compañera, que no ha podido estar en la comparecencia por las secuelas que padece. En su lugar, un amigo ha dado lectura al testimonio de la víctima. La pareja del preso ha comentado que ya son diez años de relación entre ambos en los que, a pesar de las trabas y de las dificultades generadas por la política carcelaria, el amor por su familiar les ha servido para superarlas.

Ha dicho que ahora les ha tocado a ellos, dando detalles de lo que le sucedió en la tarde del pasado sábado. Para ella, después de sufrir el siniestro lo más importante, así lo ha plasmado en su testimonio, es saber cómo estaba el preso al enterarse de la noticia. Se ha preguntado hasta cuándo se seguirán vulnerando sistemáticamente los derechos de los presos y sus allegados.

La víctima tampoco ha perdido la ocasión para agradecer las muestras de apoyo, desde los trabajadores de los hospitales de Bejar y Urduliz hasta los propios prisioneros y sus familiares que se han interesado por su estado. «Por encima de golpes y trabas, la solidaridad y el amor no tienen fronteras», ha manifestado, antes de insistir en que no les van a impedir estar cerca de sus seres queridos.