NAIZ
BARCELONA

Miles de personas llenan la plaza de la Catedral de Barcelona y las de otras localidades

Miles de personas –unas 25.000 según la Guardia Urbana– han participado esta tarde en la concentración en Barcelona para pedir la libertad de los presos políticos, en una jornada de movilizaciones con motivo de la huelga general convocada por la Intersindical-CSC y respaldada por las entidades soberanistas. La escena se ha repetido en las principales localidades de Catalunya.

Plaza de la Catedral de Barcelona. (@GARA_rpascual)
Plaza de la Catedral de Barcelona. (@GARA_rpascual)

De las concentraciones de esta tarde convocadas en las capitales de comarca catalanas, la más multitudinaria ha sido la de la plaza de la Catedral de Barcelona, donde los manifestantes han coreado consignas como ‘Fuera los okupas de Palau’, ‘Libertad presos políticos’, ‘Es Puigdemont nuestro presidente’, ‘Menos dictadura y más justicia’ o ‘Fuera las fuerzas de ocupación’.

Además de numerosas banderas esteladas, los manifestantes han exhibido carteles con lemas como «Libertad presos políticos» o «Nos querían enterrar pero no saben que somos semilla».

Ya este mediodía, unas 8.000 personas, según la Guardia Urbana, se han concentrado en la plaza de Sant Jaume de Barcelona para pedir la libertad de los presidentes de la ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, y de los miembros del Govern cesados que permanecen encarcelados.

En el acto de la plaza de la Catedral, el vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, ha exigido al Gobierno del Estado que «deje de menospreciar al pueblo catalán y de perseguir a la disidencia política».

«Le pedimos –ha añadido– que deje de ocupar las instituciones de nuestro país, que no son suyas sino nuestras, y que ponga en libertad de forma inmediata a todos los presos políticos».

Según Mauri, «algunos decían que hoy no era un buen día para hacer una huelga general, pero es la ciudadanía la que decide cuándo la hace y cuándo protesta contra la intervención de nuestras instituciones y en defensa de los derechos ganados a pulso, ante la espiral demofóbica del Estado español».

El vicepresidente de la ANC, Agustí Alcoberro, ha indicado: «Hoy hemos mandado un mensaje muy potente al mundo y al reino de España. Este no es un pueblo sumiso, no es un pueblo que se doblegue ni es un pueblo que acepte las humillaciones».

Alcoberro ha subrayado que los independentistas persistirán en las movilizaciones para reclamar la libertad de los presos políticos y, como ejemplo, ha recordado la convocada para el próximo sábado en Barcelona, para la que ha detallado que ya hay más de 500 autobuses fletados desde diferentes puntos de Cataluña.

«Ayer éramos un pueblo triste e indignado, hoy volvemos a la felicidad porque hemos vuelto al combate. No queda más salida que la victoria, que es la libertad de los presos, el regreso de los exiliados y la proclamación definitiva de la república catalana», ha afirmado.

También se ha felicitado por el resultado de la jornada la portavoz del sindicato convocante de la huelga general, la Intersindical-CSC, Ester Trallero, que ha destacado que las acciones coordinadas de hoy demuestran que el pueblo catalán «planta cara a las injusticias, de forma pacífica, firme y decidida».

En la misma línea, la representante de los Comités de Defensa de la República (CDR), Cesca Gasull, ha aplaudido a quienes han contribuido a los cortes de carreteras y las ocupaciones de vías de trenes que han dificultado hoy la movilidad en todo el territorio catalán: «Las fuerzas de ocupación nos quieren sumisas, pero diremos basta porque no tenemos miedo».

Joan Cavall, secretario general del sindicato Unió de Pagesos, ha condenado «los ataques a la democracia que supone encarcelar a nuestros representantes en las instituciones y las entidades» y ha advertido de que Catalunya «vive una situación de emergencia ante la grave vulneración de derechos y libertades».

El portavoz nacional de la USTEC, Ramon Pont, ha recordado que su sindicato también se ha sumado a la huelga y ha dicho que «a los maestros nos acusan de adoctrinar a nuestros alumnos los mismos que años atrás impartían la 'formación del espíritu nacional».

Camil Ros, de UGT, ha recibido una sonora pitada por parte de los asistentes, que le recriminaban que este sindicato no ha apoyado la jornada de huelga.