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Mugabe, expulsado del partido de Gobierno, se resiste a dimitir

El partido del Gobierno zimbabuense, ZANU-PF, ha expulsado este domingo al presidente del país africano, Robert Mugabe, como líder del partido y ha decidido que el vacío lo ocupe, de manera provisional, el exvicepresidente y antiguo ‘número dos’ de la formación, Emmerson Mnangagwa. El todavía presidente del país, que tiene de plazo hasta las 12.00 de este lunes, se resiste a dimitir.

El de ayer fue una jornada de protestas en Zimbabue. (Tony KARUMBA/AFP)
El de ayer fue una jornada de protestas en Zimbabue. (Tony KARUMBA/AFP)

La decisión de expulsar al presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, del partido de Gobierno (Unión Nacional de Zimbabue - Frente Patriótico) ha sido aprobada este domingo por las diez secciones provinciales de la formación y anunciada por el presidente del comité de emergencia convocada para tratar el tema, Obert Mpofu.

Mpofu ha aprovechado su alocución para agradecer al Ejército el papel desempeñado para facilitar la expulsión del todavía presidente Mugabe, al que le espera una moción de censura el próximo martes en el Parlamento nacional.

El exvicepresidente del Gobierno y antiguo ‘número dos’ de la formación, Emmerson Mnangagwa, asumirá, de manera provisional, el liderazgo del partido.

Plazo hasta las 12.00 del lunes

ZANU-PF le ha dado de plazo hasta las 12.00 de este lunes para que dimita como presidente del país o, de lo contrario, se pondrá en marcha el proceso de destitución a través del Parlamento.

El exministro de Finanzas, Justicia y Ciberseguridad Patrick Chinamasa ha pedido en rueda de prensa la dimisión «inmediata» de Mugabe y ha explicado que la mujer de este, Grace Mugabe, también ha sido expulsada del partido por «fomentar un discurso de odio y división».

Pero el todavía presidente, que ha comparecido en televisión, ha anunciado que presidirá el congreso de su partido en diciembre, por lo que tiene la idea de mantenerse en el poder hasta esa fecha.

Mugabe ha comparecido sentado y franqueado por comandantes del Ejército y algunos de los participantes en las negociaciones mantenidas en los últimos días. En su intervención, ha reivindicado un «retorno a la normalidad» y ha reconocido las «preocupaciones» planteadas por el Ejército.

Ha reivindicado la «tradición de resistencia» del país y ha reconocido que la situación económica está atravesando «un periodo difícil».