Txisko  Fernandez
Txisko Fernandez

Estación central

En este fin de semana se han concentrado muchos de los actos centrales de las formaciones que concurren a los comicios locales y forales. Encontrar la centralidad social es el objetivo de quienes aspiran a ganar en las urnas, de quienes no se han sumido en el eclesiástico mensaje de «nuestro reino no es de este mundo» para justificar su pasividad o demarque.

No se trata de viajar al centro ideológico, ese lugar en el que se camufla la derecha cuando no quiere parecer excesivamente de derechas y donde pierden todo atisbo de vergüenza quienes un día se vistieron de izquierda.

Como lo veo yo, la centralidad consiste en agrupar en torno a unos mínimos a gentes que no comparten el mismo ideario político, aunque lógicamente todos ellos acepten llevar una misma etiqueta genérica; pueden ser las de izquierda y derecha; o la de socialdemócrata, comunista, demócrata-cristiano, anarquista, fascista…

Compartir un programa político de mínimos puede llevar a provocar grandes cambios sociales siempre que la entente no salte en pedazos una vez que se alcance el poder, al menos el poder de gestionar las actuales instituciones.

Nos guste más o menos, en estos momentos el indicador de cuál es la opción política que ocupa esa centralidad es el recuento de las urnas. No me refiero a una cita en particular, aunque hay ocasiones en que una noche electoral da paso a un importante vuelco político, pero tampoco se puede alargar el periodo temporal ad infinitum para encontrar la estadística que le venga mejor a cada cual.

En todo caso, repasando lo que sucedió en nuestro país hace cuatro años, no tengo claro qué familia política es la que se puede identificar mejor con la centralidad. Aquí les dejó unas cifras para que hagan las cuentas por sí mismos:

Redondeando, en las elecciones forales de 2011, el PNV logró 333.000 votos, Bildu cosechó 316.000, NaBai obtuvo 50.000, el PSOE se quedó en 232.000, el PP en 177.000 y UPN en 111.000. Apenas unos meses después, en las elecciones al Congreso español, Amaiur sumó 334.000; el PNV, 324.000; Geroa Bai, 42.000; PSOE, 328.000; PP, 210.000; y UPN, 126.000

Para que vean que los análisis se pueden complicar mucho incorporando solo una nueva cita electoral, estos fueron los resultados de las autonómicas que se llevarán a cabo en la CAV en 2012: el PNV, 385.000; EH Bildu, 278.000; el PSOE, 212.000 y el PP, 130.000.

Lógicamente, la centralidad social no se consigue con una operación matemática y el trasvase de votos de una convocatoria electoral a otra refleja por sí mismo que existen vasos conductores entre distintas siglas partidistas. Pero, en mi opinión, ahí está el objetivo: en ir ampliando el espacio central hasta que el panorama político bascule claramente hacia las fuerzas que está comprometidas con el cambio social, el cambio institucional y el cambio del marco jurídico-político. No es fácil llegar a la estación término, pero para hacerlo hay que ganar, también, en las urnas.

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