Conny Beyreuther
IRUDITAN

El Niño hace de las suyas

Norte del Estado de Chiapas, zona de clima templado y con la mayor superficie de bosques y selvas tropicales de México. Una región que recibe la influencia generosa de los vientos alisios y nortes, y de los ciclones tropicales. Sin embargo, desde hace unos meses, las nubes no son tan generosas como acostumbran y la presa de Malpaso, que fue construida en 1966 cerrando el curso del segundo río más caudaloso de México, el Grijalva, presenta ahora un aspecto inusual. Unos 25 metros por debajo de su nivel habitual, tan bajo que el templo de Quechula, en la imagen, asoma entre sus aguas, convertido en atracción turística y fuente improvisada de dinero para pescadores reconvertidos en guías. El templo, construido en el siglo XVI por los dominicos, reapareció por primera vez en 2002 y los habitantes de la zona aprovecharon la ocasión para organizar una peregrinación al mismo.

La culpa, dicen, la tiene El Niño, el fenómeno climático relacionado con el calentamiento del océano Pacífico en su parte oriental ecuatorial y que este año se prevé particularmente intenso, lo que puede generar, incluso sin salir de Chiapas, eventos atmosféricos extremos, enormes precipitaciones o fuertes sequías.