Iker Bizkarguenaga

Cultura y arte más allá de las guías turísticas

No aparecen en las rutas turísticas al uso y muchas son desconocidas para los visitantes –también para la mayoría de los locales–, pero bajo el velo de la displicencia general Bilbo acoge un sinfín de iniciativas y propuestas culturales. Algunas cuentan con soporte institucional y otras penden precariamente de la ilusión de sus promotores. «Bilbao Détournement», proyecto de la investigadora de la UPV/EHU Oihane Sánchez, nos muestra que la cultura y el arte emergen en una ciudad que sigue reinventándose.

La irrupción de Bilbo en el circuito turístico internacional es un hecho que confirman los crecientes datos de visitantes y la cotidianidad de sus habitantes, cada vez más habituados a lidiar con foráneos de toda clase y condición en una convivencia generalmente amable. Es una realidad asentada y facilitada por la profunda transformación ocurrida en la villa desde los años 80, con una apuesta por la terciarización de su economía, un desarrollo urbanístico acorde con esa apuesta y el llamado «efecto Guggenheim», donde la pinacoteca diseñada por Frank Gehry ha ejercido de elemento catalizador en todo ese cambio. Una metamorfosis en la que, por otra parte, siempre ha primado la vertiente económica y de renovación urbana frente a la estrictamente cultural. Y precisamente por ello, tan verdad como la afirmación que abre este reportaje es que la mayoría de las visitas se quedan en la epidermis de la ciudad, en lo más expuesto y aparente, sin profundizar en un paisaje mucho más diverso de lo que figura en las guías. Más rico en lo social y en lo humano, por supuesto, pero también en lo cultural y en lo artístico.

Porque al margen de la filosofía de la cultura-espectáculo que desde el primer momento se le ha reprochado a esa apuesta, en los albores del siglo XXI Bilbo es escenario de un sinfín de iniciativas que no solo no aparecen en las rutas oficiales sino que son, en gran medida, desconocidas para sus vecinos y vecinas.

Guía alternativa. Es la cara B de la actividad cultural bilbaina, y buena parte de ella ha sido recogida en el proyecto “Bilbao Détournement: Catálogo de Espacios y Prácticas Artístico-Culturales” desarrollado por Oihane Sánchez Duro (Sestao, 1991), investigadora de la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU.

La autora explica, en uno de los libros que componen el catálogo, que éste en un principio se llamó “Guía Turística Alternativa de Bilbao”, y que viene a ser un détournement (un concepto que alude a la posibilidad artística y política de tomar algún objeto creado por el sistema hegemónico y distorsionar su significado y uso original para producir un efecto crítico) del plano y de las guías oficiales, ya que muestra los espacios activos de la ciudad más allá de los principalmente conocidos. En este sentido, en el catálogo aparecen también algunos de los principales atractivos de la villa –el Teatro Arriaga, el Museo Etnográfico, el Museo Marítimo…–, pero su principal virtud reside en situarlos en un contexto general en el que asoman junto a ellos y con el mismo peso muchos otros proyectos. Llama la atención, además, el plano que se incorpora en esta obra, con un formato llamativo y que puede descargarse en la web www.oihanesanchezduro.com.

Sobre el origen del proyecto, Oihane Sánchez comenta que nace de una necesidad personal de explicar, plasmar y visibilizar lo que acontece en el plano artístico de su entorno inmediato. «Hace unos años, comenzaba unas prácticas voluntarias en una empresa situada en Zorrotzaurre y durante ese paréntesis me encontré con una serie de expresiones artístico-culturales y diversas actividades que, entre otros motivos, surgían debido a la relación con este entorno. Esto me llamó la atención, ya que hasta entonces me era conocido un circuito más oficial para la exhibición y consumo de arte, y no estaba familiarizada con otro tipo de iniciativas que no se vinculaban necesariamente con los formatos más habituales, como museos y galerías», recuerda. Y señala que los objetivos principales que busca son «romper con el formato de guía al uso, visibilizar los espacios, la red de agentes y prácticas a menudo no incluidas en los circuitos oficiales, generar un libro-objeto con una horquilla cronológica concreta que funcione también como un archivo histórico sobre lo que acontece en arte y cultura, elaborar un conjunto que ofrezca múltiples reflexiones y, finalmente, que dé pie a cuestionar e interrogar el contexto».

Detalla que las referencias utilizadas han sido muchas, sobre todo en la última etapa, aunque en estadios más tempranos tomó como referente principal las propuestas artísticas relacionadas con la visualización estética de datos en busca de un efecto crítico, y sobre todo accesibles en medios on-line.

Este catálogo es testigo y fedatario del gran número de iniciativas culturales existente en la ciudad, un hecho que su autora admite haberle llamado la atención –«fue todo un descubrimiento»–, añadiendo que otro de los motivos que le ha empujado a emprender este proyecto es la dificultad para dar con muchas de estas propuestas, aun cuando conforman una gran oferta cultural y un amplio campo de posibilidades.

Revitalización y el peligro de la gentrificación. Muchas de las iniciativas que se citan en “Détournement” están fuertemente enraizadas en sus contextos urbanos. Sánchez Duro coincide con la apreciación de que pueden servir para revitalizar los barrios, aunque matiza que habría que determinar con qué objetivo. Y es que, si bien admite que el arte y la cultura repercuten en la calidad de vida del lugar, «a menudo buscando y estableciendo sinergias sanas con este», añade que durante el tiempo que estuvo realizando las entrevistas para el proyecto, una de las preguntas giraba en torno a los procesos de gentrificación. «Hubo una respuesta general a la que se sumaron muchas opiniones: desde un punto de vista autocrítico, muchos concluyeron que no se sentían agentes gentrificadores por desempeñar una actividad profesional concreta, sino que el problema radicaba en el uso, diría que mediático, que podía hacerse de tales actividades para potenciar unas u otras tendencias».

Respecto a difundir una guía cultural alternativa de la ciudad, del estilo de la que se plantea en su proyecto, apostaría por contar con alguna plataforma, ya sea impresa u on-line, que recoja un abanico más amplio de espacios que visitar o actividades a las que sumarse.

Es esta una inquietud que no se limita a Bilbo, pues precisamente el pasado día 6 de abril se presentó el Mapa de la Cultura Alternativa de Gasteiz, un nuevo plano de la capital alavesa que cuenta con más de setenta puntos, en el que todos están ligados a la cultura: bien por su programación o bien por su actividad. El mapa está enmarcado dentro del proyecto Orainaldian, que el periodista Iñaki Landa está desarrollando junto con Mikel Buruaga y Gindi Auzmendi. Y es que en la norma imperante de promoción turística existe la tendencia de dar mayor importancia a unas zonas que otras, un modelo de «visita express» donde se prioriza lo más emblemático de cada lugar, cuando hay una gran cantidad de lugares de interés con sus propias ofertas.

Un formato duradero. Sánchez Duro asume que hay iniciativas que han quedado fuera de su catálogo, y menciona el hecho de que tan pronto como mandaba el documento a imprenta arrancaban nuevos proyectos. Entre las pruebas de pre-impresión pudo añadir alguna localización más al mapa, pero le resultó imposible entrevistarlos para incluirlos de forma más detallada en los libros que componen el catálogo. También explica, en todo caso, que dentro de ese concepto de détournement buscaba un formato duradero que se deseara conservar; el catálogo, recuerda, no es una guía al uso, también quiere funcionar como un archivo histórico de las iniciativas activas en el periodo de su desarrollo (2015-2016). «Normalmente, las guías, planos y otro tipo de soportes informativos acaban rápidamente en la basura, y no quería que ocurriera lo mismo en este caso: generar algo que funcionara como un libro-objeto da pie a consultarlo en más ocasiones, ya sea por curiosidad o por un sentido más práctico, como comprobar la página web de un espacio en concreto o la localización de otro. Por otra parte, conservar un ejemplar abre la posibilidad de completarlo con otras actualizaciones, por ejemplo del plano, lo cual, finalmente, puede convertirse en una herramienta de registro sobre cómo se genera o desarrolla la actividad artístico-cultural de Bilbao», indica. La investigadora avanza que le gustaría realizar una actualización del mapa en breve, ya que desde su impresión ha habido cambios, y considera que poder volcar los contenidos en un soporte web sería una buena opción como forma de darle un mayor dinamismo al proyecto y que no dependa únicamente del soporte papel.

“Bilbao Détournement” ha estado expuesto en la sala Rekalde, y su autora está organizando un evento, para el próximo 3 de mayo en la asociación cultural Sarean, cuyo formato todavía no está definido pero que seguramente estará abierto a artistas, agentes culturales y estudiantes que quieran participar en el mismo. Sánchez Duro afirma que para esa cita le gustaría presentar una actualización del mapa, incluyendo los cambios que han acontecido en los últimos meses. Con todo, si alguien quiere hacerse con uno de los catálogos, además de en ese encuentro están disponibles de forma continua en Anti Liburudenda (situada en la calle 2 de mayo) y también pueden obtenerse ejemplares en el Museo Marítimo Ría de Bilbao y en la galería y taller de grabado La Taller.

La pujanza de Bilbi y Zorrotzaurre Bilbao La Vieja (Bilbi, popularmente) y Zorrotzaurre son dos enclaves que difícilmente aparecen en las rutas turísticas al uso y, sin embargo, son auténticos hervideros en lo que a creación cultural se refiere. Un buen número de las iniciativas incluidas en “Bilbao Détournement” están asentadas allí y son muestra de la pujanza que están adquiriendo en la reconversión de la capital vizcaina.

En Zorrotzaurre se halla, por ejemplo, hACERIA ARTEAK, que surge de un grupo de doce estudiantes de teatro, y su proyecto ZAWP (Zorrotzaurre Art Work in Progress). También el Espacio Open, ubicado en la antigua fábrica de galletas Artiach y donde conviven hasta treinta empresas y asociaciones, y Zirkozaurre, dedicada a la difusión del circo y las artes escénicas.

En Bilbo Zaharra el número de proyectos es casi inabarcable: Kabia Teatro, Percusión Sökolé, M3 Arteko, Palopalú, Histeria Kolektiboa, Expogela, Okela Sormen Lantegia, Consonni, SC Gallery, Saski Naski... son algunos ejemplos de lo que se está haciendo en un barrio que emerge y donde también asoma el peligro de la gentrificación. •