En el 68, Franklin J. Schaffner legaría para la posteridad uno de los grandes clásicos del cine de ciencia ficción: “El planeta de los simios”. Tomando como referencia la novela homónima de Pierre Boulle, el autor de películas como “Papillon” desarrolló un intenso y muy entretenido filme que equilibraba a la perfección su fuerte carga intelectual y existencial mediante un alto grado de aventura y un brillante diseño de producción. Respaldada por la gran fotografía de Leon Shamroy y la innovadora banda sonora de Jerry Goldsmith la película incluía, además, un epílogo que con el paso del tiempo se ha convertido en un elemento iconográfico.

El gran éxito cosechado propició el inicio de una franquicia que se tradujo en cuatro secuelas más (“Regreso al planeta de los simios”, “Huida del planeta de los simios”, “Conquista del planeta de los simios” y “Batalla por el planeta de los simios”), dos series de televisión, un remake y una precuela titulada “El origen del planeta de los simios”.

Treinta y tres años después del estreno de la cinta original, Tim Burton apostó fuerte por realizar su propia versión. Fue un intento muy difícil del que logró salir airoso gracias a un tratamiento argumental cercano al género péplum.

Visto que el duelo entre primates y humanos daba para mucho, Hollywood quiso reflotar esta idea con una nueva franquicia que ha sorprendido gratamente tanto a crítica como a público. En el año 2011 Rupert Wyatt fue contratado para reflotar esta saga con “El origen del planeta de los simios”, una nueva prolongación de este imaginario que fue ideada a modo de precuela del filme de Schaffner y que incluía unos espectaculares efectos digitales y una trama animada por una crítica hacia la sociedad actual que se ampliaría en la segunda entrega dirigida tres años después por Matt Reeves, titulada “El amanecer del planeta de los simios”.

Lejos de ser una mera operación comercial, la segunda entrega se mostró como un proyecto muy sólido, entretenido y, a ratos, emotivo lo que propició que crítica y público volvieran a repetir su entusiasmo. Ahora, con “La guerra del planeta de los simios” nos acercamos al epílogo de un proyecto monumental en el que se decidirá el futuro de un planeta que escenificará la batalla decisiva entre monos y personas.

Matt Reeves ha sido contratado nuevamente para rodar esta película gobernada por la presencia del simio César, el cual ha sido interpretado en estas tres entregas por Andy Serkis, un actor que ha sabido dotar de gran humanidad a sus caracterizaciones digitales. Este escritor y prestigioso director y actor teatral ha encarnado a criaturas como Gollum en la trilogía “El señor de los anillos” o al capitán Haddock de “Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio”, y no es la primera vez que se presta como molde para dotar de movimiento a un simio. En 2005 y nuevamente a las órdenes de Peter Jackson, se encaramó al Empire State Building para dar vida a King Kong. En cuanto a su rol en “La guerra del planeta de los simios”, Serkis se ha enfrentado al gran reto que supone hacer que César se comporte de una manera menos animal. «Su articulación, su fluidez en términos de lenguaje está evolucionando y eso es un gran desafío. Sigue siendo el César que dejamos en la última película, pero él ha evolucionado. Se expresa usando más términos humanos, de expresión, palabras, y es más fluido de esa manera», ha afirmado.

En cuanto a la trama, han transcurrido dos años desde los últimos acontecimientos vividos, y humanos y simios están en guerra. Es una lucha desesperada por la supervivencia. «Ahora César tiene la responsabilidad del liderazgo y eso se empieza a notar. Es como un líder que ha pasado por mucho y ha envejecido como resultado del proceso», añade Serkis.