Asier Aiestaran
periodista deportivo
bandera de la CONCHA

A por nota

De las dieciséis jornadas puntuables celebradas en la Liga Eusko Label, en doce la diferencia entre el ganador y el segundo clasificado ha sido menor de cinco segundos. En ese sentido, La Concha viene a reafirmar lo visto durante toda la temporada.

La Bandera de La Concha es la más importante del año. La regata de traineras por antonomasia, la que más historia y prestigio tiene. Pero la seriedad en la organización de las Ligas ACT y ARC ha hecho que, desde hace ya unos años, los clubes de remo hayan reordenado su orden de objetivos y prioridades en el calendario. Dicho de otra manera, si hasta hace 10-15 años la planificación de cualquier club puntero pasaba por llegar en el mejor estado de forma a la cita donostiarra, se podría decir que ahora esos mismos clubes van a La Concha a redondear el trabajo realizado durante todo el verano. «A por nota», que diría cualquier estudiante. Y siguiendo con el símil, también los hay que acuden a «salvar el curso», pero como suele ocurrir en la escuela, pocas veces se consigue si el trabajo anterior no ha sido el adecuado.

Urdaibai va camino del Cum laude. Como la mayoría nunca hemos recibido semejante distinción, conviene mirar en el diccionario su significado: «Expresión latina que significa ‘con alabanza’ y se usa como calificación máxima de tesis doctorales y de premios». Es precisamente lo que busca Urdaibai, que tiene bien encarrilado el título de la Liga Eusko Label –ha logrado seis victorias y, a falta de las dos últimas regatas, aventaja en tres puntos a Hondarribia– y que se ha llevado también los Campeonatos de Euskadi –batiendo a Hondarribia en un final de infarto– y de España –con grandes ventajas respecto a sus rivales pese a tratarse de una edición organizativamente desastrosa–.

Si los de Bermeo consiguen rematar la faena que comenzaron el pasado domingo, con récord incluido y una renta pequeña de 4.28 segundos pero muy importante a su favor, sería el segundo doblete Liga-Concha consecutivo de los bermeotarras, el “no-va-más” de la temporada de traineras, y con el valor añadido de que el club afrontaba algunos cambios delicados respecto a la campaña anterior, empezando por la llegada de Joseba Fernández como nuevo preparador al bote vizcaino. Remero de dilatada experiencia, el de Pasai Donibane ha optado este año por quedarse la mayoría de las veces en tierra confiando en una tripulación que está dando un rendimiento altísimo.

Hondarribia y Orio también tienen asegurado el sobresaliente, pero el sabor de boca final puede marcar la temporada. «Queremos ser competitivos en todas las regatas, optar al triunfo cada vez que salgamos al agua, luego ya veremos cuáles son los resultados», se ponía como objetivo el preparador de Hondarribia Mikel Orbañanos al principio de la temporada, y la “Ama Guadalupekoa” lo ha cumplido a rajatabla. Quitando algún día suelto, como ese Campeonato de España, los verdes han estado casi siempre metidos en la pelea por el triunfo hasta la última palada. Una regularidad que les ha servido para ganar cinco regatas en la Liga, seguir con opciones de lograr el que sería su cuarto título, y mantener sus aspiraciones de victoria en la Bandera de La Concha. Pero hay que reconocer que los guipuzcoanos lo tienen más difícil que Urdaibai tanto en Liga como en La Concha, por lo que la nota final puede acabar variando. En un club tan acostumbrado a ganar estas últimas temporadas, y en un verano en el que también se escaparon regatas preciadas como el Campeonato de Gipuzkoa o el de Euskadi, el sabor de boca final puede depender de lo que suceda los próximos 7-8 días.

Algo parecido se podría decir sobre Orio, aunque al venir de años bastante más modestos en cuanto a resultados, los “aguiluchos” se dan más que satisfechos con lo conseguido este verano. El nuevo ciclo que se ha puesto en marcha con Jon Salsamendi al frente ha arrancado con fuerza y esta primera campaña ya ha ganado cuatro banderas en Liga, a las que hay que añadir la victoria lograda en el Campeonato de Gipuzkoa. Sin llegar todavía a la regularidad que muestran sus dos grandes rivales pero dando continuidad a su gran comienzo de temporada, Salsamendi vuelve a demostrar su capacidad de llegar a La Concha en un buen estado de forma –la desventaja es de 9.78 segundos, dentro de los diez segundos que se suelen marcar como límite salvable–, y tener a Gorka Aranberri de patrón asegura un buen rendimiento si el mar enseña su cara más brava.

Para el resto, cada décima de mejora supone muchísimo. Conscientes de que participar en las regatas más esperadas del año ya supone un premio para la mayoría de ellos –quitando el caso especial de la Donostiarra–, las otras cinco traineras afrontan la segunda jornada de La Concha con objetivos dispares en cuanto a la clasificación, pero uno común para todos: el de mejorar en lo posible lo hecho siete días antes. Gracias a las cortas rentas registradas en la primera jornada, cada embarcación tiene motivaciones de sobra para ofrecer su mejor versión. Kaiku, por ejemplo, tiene el tercer puesto a 4.34 segundos, Tirán el quinto a 2.16 y la Donostiarra el séptimo a 1.08. Zierbena y San Juan, en cambio, no quieren perder su quinto y séptimo puesto bajo ningún concepto.

Todo ello en una temporada marcada por la igualdad y la emoción, sobre todo en la Liga Eusko Label. Habrá que preguntar a los más viejos del lugar, pero uno no recuerda una temporada con tantas regatas decididas por tan poco tiempo y en la que las banderas se hayan repartido tanto no entre dos, sino entre tres traineras. De las dieciséis jornadas puntuables celebradas en la Liga Eusko Label, en doce la diferencia entre el ganador y el segundo clasificado ha sido menor de cinco segundos. Urdaibai ganó en A Coruña por 14 centésimas, en Hondarribia por 1.64 segundos, en Bilbo por 2.60, en Ondarroa por 3.06 y en Zierbena por 3.74. Hondarribia se impuso en Getxo por ¡3 centésimas!, en Moaña por 22 y en Orio por 3.34 segundos. Orio se llevó el triunfo en Santander por 1.84 segundos, en Donostia por 3.14 y en Sestao por 4.96. Y Zierbena, única embarcación de las otras nueve que ha podido ondear una bandera, lo hizo en Ares por solo 3.88. Pero incluso en la doble jornada de Zarautz, donde Orio había ganado el primer día por más de 15 segundos, acabó habiendo emoción porque Hondarribia estuvo cerca de poder remontar semejante desventaja, reduciendo la distancia a 4.58 segundos. Todo un aviso de cara a la cita de hoy.

También se han visto regatas emocionantes en la Liga ARC, pero el dominio de una trainera sobre las demás ha sido mucho más evidente. En la categoría de plata, la Donostiarra ha ganado trece de las quince regatas puntuables, alzándose claramente con el título de campeón –las otras dos han sido para Santurtzi, que acompañará a los guipuzcoanos en el play-off de ascenso–. En cuanto a la ARC-2, el primer puesto se lo ha llevado con solvencia Lapurdiko Itsaslapurrak, que sacaba su trainera por primera vez y se imponía en doce de las dieciséis regatas que ha disputado, ascendiendo directamente a la ARC-1. San Juan B, con cinco triunfos y que también sube, Hibaika y Mutriku, que volvía a sacar trainera, completaron el cuadro de honor.

Hibaika, la amenaza de San Juan en féminas. También ha habido una gran dominadora en la temporada femenina, que no ha sido otra que la «Batelerak» de San Juan. Sus títulos de la Liga Euskotren –con siete triunfos de ocho posibles– y Liga Guipuzcoana –diez de trece–, además del Campeonato de Gipuzkoa así lo atestiguan, aunque siempre ha tenido a Hibaika muy cerca. Las de Errenteria han sabido dar buenos zarpazos de vez en cuando, como ocurrió en el Campeonato de Euskadi, que han ganado este año por primera vez. Parece que la «Madalen» ha llegado bien a setiembre –también ganaron las dos últimas pruebas de la Guipuzcoana– y cuenta con una renta de 2.66 segundos para hacerse con su primera Concha.