XANDRA ROMERO
SALUD

Suplementos de colágeno

En los últimos años han aparecido en el mercado distintos suplementos que promocionan el colágeno como un milagro antiarrugas o como la panacea para mejorar o fortalecer articulaciones y tendones. Todas estas supuestas propiedades lo han encumbrado hasta situarlo en el olimpo de los suplementos, tanto para deportistas como para población general.

Pero, ¿alguien sabe a ciencia cierta qué es el colágeno?

Pues resulta que es la proteína más abundante en los mamíferos. Su función en el organismo es la unión de distintas estructuras, por lo que se encuentra formando parte de los tendones, los cartílagos o la piel de todos los animales.

Concretamente, como es una proteína, se compone de aminoácidos, sobre todo de glicina, prolina y alanina. A los que anden un poco perdidos, les puedo explicar que éstos son aminoácidos no esenciales, es decir, que nuestro organismo los puede crear por sí mismo si los necesita. En cambio, el colágeno carece de otros aminoácidos que sí son esenciales y que nuestro cuerpo tiene que ingerir sí o sí pues no puede producirlos. Esto hace que, desde el punto de vista nutricional, el colágeno o su versión hidrolizada (gelatina normal, como la que se usa en cocina), resulte ser una proteína de escasa calidad.

Y esta es la primera razón para no tomar un suplemento de colágeno: no hace falta ingerir estos aminoácidos pues los podemos producir y, además, las necesidades de los mismos las podemos cubrir de sobra con una dieta normal.

En este punto, quizá alguien haya pensado en el origen de este suplemento. Efectivamente, los polvos o pastillas que se venden en farmacias o herboristerías se obtienen de un animal; normalmente del cerdo y, en menor medida, de animales marinos. Y aunque así se especifique en el envase, no existe el colágeno vegetal, de modo que si se adquiere por este motivo, se está siendo víctima de un engaño.

La segunda razón por la que no recomendaría a nadie el uso de este suplemento la encontramos en las lagunas sin explicar ni demostrar que existen en relación a cómo, una vez digeridos, estos aminoácidos llegan específicamente a aquellos lugares en los que se necesita supuestamente una reconstrucción o fortalecimiento de tendones o articulaciones.

Y en tercer lugar, es importante recordar que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no ha aprobado ninguna solicitud que permita a estos fabricantes hacer alegación de salud alguna en los suplementos que incorporen colágeno, pues no existe evidencia científica que demuestre tales propiedades. Al menos, no por si solo. Y es que en la industria de los suplementos, el que no corre, vuela… y lo que hacen algunos fabricantes es añadir al colágeno otros nutrientes que sí tienen efectos comprobados sobre la musculatura, articulaciones y sobre las marcas de edad en la piel. Hablamos de los antioxidantes como la vitamina C o el magnesio.

Ya lo decía el médico griego Hipócrates: «Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina». Es decir, ni este ni ningún suplemento va a “arreglar” los efectos de una mala alimentación o de los malos hábitos de vida. Así que lo recomendable es preocuparse de mantener un estilo de vida saludable y dejar de gastar dinero de forma innecesaria.

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