BERTA GARCIA
CONSUMO

Financiar las compras

Estamos en la temporada consumista por excelencia, edulcorada con lucecitas callejeras, Blacks Fridays y otros inventos mercachifles, en la que habrá que tentarse la cartera para ser feliz y no morir en el intento. De forma gradual e imparable hemos dejado atrás aquellos años en los que lo único que financiábamos era la vivienda –un bien duradero y necesario–, con una deuda eterna, de por vida. Pero las necesidades cambian –o nos las cambian– y, a pesar de villancicos que nos recuerden que la Navidad viene y se va, tratamos de inmortalizarla por once meses más recurriendo a la financiación de artículos perecederos.

Si optamos por comprar mediante financiación, sepamos al menos a qué atenernos, exigiendo la entrega por escrito de las condiciones. Porque, en las bases del contrato, la letra pequeña cuenta, y mucho. Por ejemplo, está esa TAE (tasa anual equivalente) camuflada entre tanta literatura. Si nuestra elección es la modalidad revolving de tarjetas de crédito, emitidas por bancos, cadenas de distribución o supermercados, ojo al dato, porque bajo el cebo de una tarjeta gratuita y con supuestos descuentos, el consumidor se encuentra con la obligación de pagar a plazos un crédito con TAE que va del 21% al 30%.

Por eso, las tarjetas revolving deben emplearse para pagos puntuales y con el menor número de cuotas posibles. Cada abono aplazado se destina a los intereses abusivos, sin que apenas se amortice capital, lo que eterniza la deuda e incrementa su coste.

Si la suerte nos acompaña durante la vida del crédito y queremos saldar cuentas, conviene informarse sobre si existen o no penalizaciones o gastos administrativos. Porque al final, los chollos del Black Friday, Semanas de Oro y similares inventos atrapadinerovirtual acaban convirtiéndose en oscuros objetos de deseo, en los que gana más la tentación que el raciocinio de calibrar nuestras economías reales.

¡Qué tiempos aquellos en los que se llamaba al pan, pan y al vino ,vino! No como ahora, ¡que al dinero se le llama virtual o tarjeta de crédito!