Jo Biddle - Unai Agirre
UNA MIRADA AL MUNDO

La magia terapéutica de los delfines llega al mundo virtual

Nadar entre delfines en un entorno relajado tiene efectos positivos para personas con enfermedades crónicas, que sufren algún tipo de incapacidad o viven situaciones de estrés. Por tanto, ¿por qué no simular que estamos haciéndolo aun cuando nos encontremos en la piscina de casa? Benno Brada y Marijke Sjollema se hicieron esa pregunta hace tiempo y ahora presentan al público su respuesta.

Benno Brada se baña en una piscina cuando de repente ve pasar bajo sus ojos un delfín, despacio, grácil... pero al mismo tiempo, ¡virtual! Sabe que este animal tiene virtudes terapéuticas, especialmente para personas con algún tipo de discapacidad o que padecen enfermedades crónicas, aun cuando, como en este caso, se trata de una ficción.

«Hay algo mágico sobre los delfines: pensamos en la alegría, el entusiasmo, la felicidad, la inocencia», dice su mujer, Marijke Sjollema. Fue en su primer encuentro con los mamíferos marinos en 1993 cuando ambos fundaron la Asociación Dolphin Swim Club. Ella estaba buceando frente a México cuando vio una sombra gris en el agua y pensó, presa del pánico: «¡Es el final!». Antes de darse cuenta, en una «fracción de segundo», cayó en la cuenta de que «no era un tiburón, sino un delfín», dice sonriendo esta artista holandesa, con los ojos brillantes. Desde entonces, han dedicado su tiempo libre, energía y recursos a su nueva pasión: dar a conocer a la gente la magia de los delfines.

Una terapia en fase de prueba. Su primer proyecto cinematográfico sobre delfines para observar con gafas de realidad virtual se remonta a finales de 2015. Luego, el pasado mes de octubre dieron un paso más al crear un sistema para ver la película en el agua, con gafas de buceo a las que se adjunta un teléfono inteligente en una carcasa resistente al agua, impreso en 3D con plástico reciclado. A través de las gafas de goma con cinta adhesiva en la cara y el tubo en la boca los nadadores pueden observar, donde sea que miren, delfines nariz de botella y delfines nariz larga, girando alrededor de ellos, mientras flotan en las aguas tropicales de una piscina tan caliente como el mar Caribe.

Arrullados por la música acuática, están inmersos en un mundo sensorial real y se proyectan en un universo de delfines... virtuales. Se trata de una experiencia a priori única en el mundo y una terapia que todavía se encuentra en fase de prueba.

«Nuestro sueño era encontrar una alternativa al buceo terapéutico utilizando delfines en cautiverio», dice Brada a un grupo de terapeutas que se hallan sentados en el borde de la piscina en un vecindario comunitario residencial adecuado para personas con discapacidad. Este grupo, encabezado por Heeren Loo, está actualmente probando el sistema a prueba de agua después de ver su destreza en tierra firme.

No menos del 82% de los clientes se sienten realmente relajados cuando miran estas películas, según sostiene el director de políticas de atención médica, Johan Elbers. «Los saca del mundo en el que están», explica. «Entran en un estado de ánimo diferente, piensan de manera diferente, se sienten diferente, ven diferente y se relajan por completo».

Una mujer que sufría de insomnio encontró en la realidad virtual las mejores pastillas para dormir, mientras que tras estas mismas gafas un joven olvidó por completo el dolor punzante que tenía en el brazo. Dion, un residente de 21 años de pelo engominado y gafas gruesas, explica que «los sonidos de los delfines y el agua» lo hacen «zen». «El estrés juega un muy papel importante en la aparición de todo tipo de problemas psiquiátricos», dice el psiquiatra Wim Veling, de la Universidad de Groningen. «Tratamos de hacer que la gente esté más relajada», añade, para explicar que el beneficio de la realidad virtual pasa por permitir la inmersión en otro mundo.

Desarrolladas gracias a una subvención de 50.000 euros del Gobierno holandés, las gafas de Marijke Sjollema y Benno Brada transmiten películas reales filmadas en el Mar Rojo en 2015 por el equipo de especialistas Viemr. Durante esta sesión de diez días, submarinistas capaces de contener la respiración durante más de cinco minutos bailaron silenciosamente junto a los delfines.

Utilizada en 150 centros. La primera versión de los anteojos ya es utilizada por más de 150 universidades, hospitales y centros comunitarios en todo el mundo. Los terapeutas deciden, caso por caso, con qué frecuencia los pacientes deben realizar este tipo de inmersiones en la realidad virtual.

Marijke y Benn esperan que esta nueva máscara de buceo virtual sea igual de beneficiosa y están buscando un socio para lanzar su fabricación comercial.

Dion, por su parte, está listo para dar un paso más emocionante: «videos con tiburones o leones» donde «el animal cazaría presas». «Sería bueno ver un poco de acción», asegura el joven, irónico.