Arantxa MANTEROLA
BAIONA

Examinarán la responsabilidad de París en el caso de Jon Anza

La demanda por daños y perjuicios presentada por la familia del militante vasco por las «incomprensibles deficiencias» habidas en la investigación es la última opción judicial que les queda. El objetivo «prioritario» sigue siendo, sin embargo, «conocer la verdad».

El próximo miércoles, el Tribunal de Gran Instancia de París examinará la querella interpuesta por la familia de Jon Anza contra el Estado francés al considerar que sus estamentos no actuaron debidamente tanto respecto a la desaparición del militante vasco como en la investigación posterior al descubrimiento de su cadáver el 11 de marzo de 2010 en la morgue del hospital Purpan de Toulouse.

La abogada Maritxu Paulus-Basurko y el portavoz de Sortu, Jean-François Lefort, comparecieron ayer en Baiona junto a varios familiares y amigos del donostiarra para explicar con detalle las razones que les movieron a presentar la demanda como los objetivos que persiguen con la misma.

La letrada repasó sucintamente los hechos más determinantes de este complejo caso que, aún hoy, sigue sin esclarecerse y subrayó las «incomprensibles e innumerables deficiencias» que se dieron durante la investigación. Tras el archivo en julio de 2013 sin ninguna consecuencia al concluir la magistrada que el donostiarra falleció por causa de la enfermedad que padecía, la familia de Anza recurrió por un lado al Tribunal de Derechos Humanos –que no la admitió a trámite– y, por otro, presentó una querella ante la Justicia francesa porque estiman que es «responsable» de los fallos de los estamentos de su Administración.

Conocer la verdad

Es esta última la que se examinará el próximo 1 de abril. Se trata de una demanda civil en la que la familia exige una indemnización de 150.000 euros pero Paulus-Basurko insistió que «el objetivo prioritario» de esta última opción que les queda en el plano jurídico es «conseguir que el Estado francés sea condenado porque tal cúmulo de deficiencias gravísimas nos hacen pensar que detrás de todo ello hay algo que esconder».

En la misma línea, el portavoz de Sortu matizó que «en general en Euskal Herria nunca se ha creído la versión oficial porque resulta increíble que se dieran tantas disfunciones y fallos». Para Lefort es obvio «que el Estado es responsable» de los mismas. Espera que Paris sea condenado «para que quede constancia de que hubo una voluntad política de impedir que se aclarase lo sucedido y porque, además, puede suponer un primer paso para que por fín se haga la verdad sobre lo ocurrido a Jon Anza».