Agustín GOIKOETXEA
BILBO

La Corporación bilbaina pide justicia para Iñigo Cabacas

El alcalde de Bilbo se solidarizó, al igual que el resto de la Corporación, con la familia de Iñigo Cabacas y se sumó a quienes piden que se haga justicia, «de una vez para siempre», en el caso de la muerte del joven.

A escasas semanas de que se cumpla el tercer aniversario de que Iñigo Cabacas cayera herido de muerte por una pelota de goma disparada por la Ertzaintza en el callejón de María Díaz de Haro donde festejaba la victoria del Athletic ante el Schalke-04, el Ayuntamiento de Bilbo llevó a cabo ayer un recibimiento a su familia y de recuerdo al joven.

A la cita acudieron el padre y la madre, Manu Cabacas y Fina Liceranzu, encabezando a un nutrido grupo de familiares, que fueron arropados por los concejales y otros representantes de la vida política, social e institucional. Entre quienes llenaron el Salón Árabe –al margen de decenas de amigos y de la abogada de la familia, Jone Goirizelaia– estuvieron el presidente del Athletic, Josu Urrutia, acompañado de José Ángel Iribar y la directiva Izaskun Larrieta; el fiscal jefe Juan Calparsoro; la presidenta del BBB del PNV, Itxaso Atutxa; el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga; el vicario general Ángel Mari Unzueta y el adjunto al Ararteko Rafa Sainz de Rozas, entre otros.

En su discurso, el primer edil tuvo palabras de cariño para los familiares, mostrando su solidaridad con ellos y sumándose a quienes piden el esclarecimiento del caso. Areso destacó que con el sencillo acto la Corporación quería transmitir su afecto en su nombre y en el de todos los bilbainos, no obviando que con él era consciente de que no se iba a poder acabar con el dolor que sienten los Cabacas Liceranzu por la pérdida de su hijo.

«No hay mayor dolor en el mundo que la pérdida de un hijo. Es un vacío sin reparación posible, un vacío que no se llena jamás y con el que hay que aprender a convivir para poder seguir existiendo», dijo, descubriendo su lado más humano. Tres años después de la muerte, y dos después de que su antecesor se acercara a los Cabacas Liceranzu por primera vez, el Consistorio se abrazó a la causa de quienes reclaman justicia; en su día ya lo hicieron los ediles de EH Bildu, que ayer vistieron camisetas reivindicando justicia como muchos de los asistentes.

Todavía muchas preguntas

Ibon Areso señaló que cuando está a punto de cumplirse el tercer aniversario quedan todavía muchos preguntas que hay que responder sobre todo lo que rodeó a esa muerte. «En medio de ese dolor, soy consciente de que mis palabras de político no pueden más que expresaros mi solidaridad y mi afecto personal, y el de los demás miembros de esta Corporación municipal, a punto de cumplirse ya tres años de la muerte de Iñigo. Todavía quedan preguntas sin responder, que esperemos se vayan clarificando cuanto antes. Ese es el mínimo exigible a cualquier sistema de justicia de cualquier país desarrollado», manifestó.

El alcalde finalizó su discurso dando las gracias a todos los familiares, amigos y allegados por «vuestra actitud y vuestro ejemplo de convivencia sin venganza. A través de vuestra grandeza podemos imaginar que Iñigo era también una gran persona».

Manu Cabacas agradeció el gesto municipal, reconociendo que lo habían echado en falta y, por ello, «estamos muy contentos de que se haya hecho». «Os lo agradecemos eternamente el habernos invitado para rendir homenaje a la memoria de Iñigo», subrayó el padre.