Fue EH Bildu quien destapó que muchos pisos del parque de Viviendas Municipales no disponían de calefacción. Ahora ya se conoce que el 67,3% –2.747 viviendas de alquiler de la entidad dependiente del Consistorio bilbaino– no cuentan con este servicio básico mientras que 1.311 sí lo tienen. De las que lo tienen, 594 disfrutan de calefacción individual, centralizada 311, y 310 eléctrica, según el censo actualizado de la sociedad pública.

La coalición soberanista presentó una iniciativa en el consejo de administración del jueves pasado, que aprobó instalar sistemas de calefacción por gas en aquellas viviendas que queden vacías y sean reformadas. Además, también lo harán en las que los inquilinos lo requieran. Por tal motivo, su portavoz, Aitziber Ibaibarriaga, instó a la dirección de la entidad a que informe al conjunto de inquilinos de la oportunidad de implantar la calefacción en sus hogares «que va a suponer una evidente mejora en su calidad de vida».

La edil calificó de «bochornoso» que el 67,3% de las viviendas municipales carezca, a día de hoy, de calefacción» y que no haya sido hasta la iniciativa de EH Bildu, acompañada de la denuncia pública, cuando el Gobierno municipal ha tomado cartas en el asunto. Ibaibarriaga señaló que esta manera de actuar, «que contrasta con la ciudad escaparate que el PNV trata de vendernos, evidencia que las personas no están entre sus prioridades».

La entidad contempla que cada año se intervendrá en 148 viviendas. Esa estimación la efectúan los técnicos a partir de las 128 viviendas que anualmente quedan vacías, que serán sobre las que se actuará prioritariamente, más otro cupo de 20 pisos. Por tanto, se apunta a que el presupuesto que invertirá cada ejercicio la sociedad paramunicipal será de 740.000 euros, 640.000 para las viviendas vacías y que van a ser adjudicadas y otros 100.000 que se destinarán a satisfacer las peticiones de los actuales arrendatarios.

Resulta curioso que en el informe previo a la votación desde Viviendas Municipales se apuntase a que la experiencia les dice que «no siempre la calefacción es un instrumento de confort» valorado así por los usuarios, por el gasto que supone, el miedo a que se produzca un accidente, la afección a la estructura interna del piso o la necesidad de soportar obras.

Aquellos inquilinos actuales que requieran su instalación deberán estar al corriente de los pagos del alquiler, efectuar la petición oficial aportando la documentación requerida y disponer del informe favorable de los servicios técnicos. Además, en caso de que pertenezcan a un «colectivo de especial vulnerabilidad», deberán aportar un informe de la trabajadora social al cargo del caso.