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BAGDAD

Bagdad anuncia que ha expulsado al Estado Islámico y controla Tikrit

El Ejército iraquí y las milicias que apoyan su ofensiva contar el Estado Islámico se hicieron con el control de Tikrit y el Gobierno de Bagdad anunció la expulsión de los yihadistas de la estratégica ciudad. Pero la coalición que lidera EEUU, y apoya el avance con bombardeos aéreos, matizó que el EI permanecía aún en algunos distritos.

El primer ministro de Irak, Haider al-Abadi, anunció ayer que el Ejército iraquí y las milicias aliadas habían recuperado el control de la ciudad de Tikrit, y expulsado a los yihadistas del Estado Islámico (EI). Abadi anunció la «liberación de Tikrit» y felicitó a «las fuerzas de seguridad iraquíes y a los voluntarios por esta importante etapa», un mes después de la movilización de miles de soldados, policías y milicianos aliados a las fuerzas gubernamentales, sobre todo los voluntarios de las Unidades de Movilización Popular, grupo compuesto esencialmente por combatientes chiíes.

El primer ministro señaló que las fuerzas iraquíes llegaron hasta el centro en la noche del lunes, se hicieron con el control del edificio de la Gobernación de la provincia de Saladino y después se extendieron por el sur y por el oeste. Añadió que ayer dominaban ya los palacios presidenciales, donde izaron la bandera iraquí y siguieron avanzando.

Pero el Estado Islámico controlaba aún algunos sectores de la ciudad, según Kim Michelsen, portavoz de la coalición internacional que lidera Estados Unidos y que lleva a cabo los bombardeos aéreos que permiten el avance en tierra de las fuerzas iraquíes. «Algunos sectores de la ciudad siguen bajo control del Estado Islámico y queda aún un trabajo importante por hacer», explicó.

Además, las fuerzas iraquíes aún deben desactivar los artefactos explosivos que el Estado Islámico ha dejado en la ciudad.

La toma de Tikrit, se consideraba un paso necesario antes de seguir avanzando hacia el norte, donde los yihadistas aún mantienen Mosul, la segunda ciudad del país y capital de su «califato». El asalto lanzado por el Gobierno el pasado 9 de marzo se vio frenado por la existencia de explosivos en las calles, pero también por la reticencia de la coalición internacional encabezada por EEUU a la colaboración de facto con las fuerzas apoyadas por Irán, cuando Bagdad reclamó el apoyo de los bombardeos aéreos.

A su vez, la intervención de los aviones provocó críticas en las milicias de voluntarios chiíes y dos importantes brigadas decidieron abandonar la lucha. Alrededor de 30.000 efectivos, gran parte de ellos pertenecientes a esas milicias, que cuentan con el apoyo de Irán, participaron en la conquista, que también ha estado acompañada de denuncias sobre abusos perpetrados por las milicias contra las tribus locales, de mayoría suní.

El Gobierno de Tobruk pide a la Liga Árabe una intervención en Libia similar a la de Yemen

El primer ministro del Gobierno libio reconocido por Occidente, con sede en Tobruk, Abdula al-Zinni, reclamó una intervención militar internacional en el país similar a la que han iniciado varios países árabes en Yemen contra los milicianos hutíes, según el diario “The Libya Herald”. Así, argumentó que los países árabes no pueden intervenir en Yemen y no hacerlo en Libia, porque en el país africano también ha tenido lugar un golpe contra la legitimidad con la proclamación de un Gobierno paralelo al electo en la capital, Trípoli. Recordó que su Gobierno ha pedido en reiteradas ocasiones que los países vecinos lancen ataques aéreos para debilitar a las milicias. Al-Zinni aplaudió además a los países participantes en la cumbre de la Liga Árabe por apoyar a las autoridades libias electas, destacando que se ha producido un cambio en las políticas de la región. La ONU ha propuesto a las facciones políticas libias que formen un Gobierno de unidad para tratar de poner fin a la crisis política en el país, pero los dos bandos enfrentados cuentan con partidarios de la solución militar. El Parlamento rebelde en Trípoli dio ayer un paso que puede acercar el Ejecutivo de unidad al votar a favor de destituir al actual jefe del denominado Gobierno de Salvación, Omar al-Hasi, muy cercano a las milicias islamistas Fayar Libia. Un portavoz parlamentario, Omar Hamidan, sugirió que «será uno de los primeros pasos hacia la formación de un Ejecutivo de reconciliación nacional». GARA