Koldo CAMPOS
Escritor

En picado

Piloto y copiloto siguen juntos en la cabina y se alternan al gobierno de los mandos del avión. Terminada la cena, los pasajeros se relajan satisfechos en sus asientos y comparten impresiones, tranquilos, hasta de buen humor, conscientes de que están en buenas manos mientras el avión, a velocidad de crucero, cae en picado.

Una vez solventada con éxito la leve desaceleración inicial que algunos se empeñaran en calificar de recesión, se restablece la ruta al tiempo que los pasajeros se distraen siguiendo en sus pantallas la película “Luces al final del túnel”, una cortesía de la línea aérea que también dispone en su “tienda a bordo” de un amplio catálogo de productos para los interesados en adquirir estampitas de la Virgen del Rocío y Santa Teresa de Jesús, así como mantillas, peinetas y mordazas.  

-«¡El vuelo va bien!»- se escucha por la megafonía del avión la convincente voz de los pilotos buscando tranquilizar cualquier posible asomo de duda.

Cuando las azafatas terminan de recoger las bandejas con las urnas, ya contados los votos, se celebra la renovada confianza de los pasajeros en la pericia de los pilotos.

-«¡Ya se distinguen brotes verdes!»- vuelven los pilotos a dejarse oír mientras el avión cae en picado.

 (Euskal presoak Euskal Herrira)