Al menos 37 civiles murieron ayer en la explosión de una fábrica de leche tras un bombardeo en el oeste de Yemen. Este sangriento balance viene a confirmar las inquietudes de las organizaciones humanitarias sobre la suerte de los civiles en este conflicto.

40 civiles murieron el domingo en un bombardeo saudí contra un campo de desplazados del noroeste. Tras negar al principio su responsabilidad, Riad reconoció la posibilidad de producir «daños colaterales».

No estaba clara la autoría del ataque de ayer que acabó con la matanza en la lechería de Hodeida, en el oeste del país. Un médico del hospital que recibió a los muertos y a 80 heridos aseguró que la explosión tuvo su origen en el bombardeo contra un depósito de gas cercano. Testigos aseguraron que fueron los huthíes los que dispararon hacia la fábrica en respuesta a un ataque saudí. Otros aseguraban que fue obra de un caza del Ejército de los saud.

El principal objetivo de los bombardeos de la coalición árabe eran las posiciones de los huthíes y de las tropas leales al derrocado presidente Ali Abdallah Saleh en Adén, capital del sur de Yemen.

La ONU y agencias humanitarias denuncian que los civiles se han convertido en las principales víctimas de esta guerra. En una semana de ataques han muerto 62 menores y la vida en el país, bloqueado por mar, aire y tierra, es muy difícil.

Aviso a EEUU

Los expertos coinciden en destacar que la decisión saudí de atacar a los huthíes en Yemen tiene mucho que ver con su ansiedad ante las negociaciones EEUU-Irán. «Frustrados, los Saud han llegado a la conclusión de que nadie les ayudará si Irán conquista Yemen e instaura una suerte de Hizbullah en el sur de la Península Arábiga», señala Hasan Barari, de la Universidad de Qatar. La decisión de Obama de desentenderse de la crisis siria habría alimentado esa sensación, a la que habría que añadir la idea de dar un aviso a Irán y recordar a la vez que la idea de una Arabia Saudí prudente es pasado y le ha sustituido una actitud ofensiva y líder entre los regímenes árabes suníes.

Obama desbloquea la ayuda militar a Egipto

El presidente de EEUU ha anunciado la reanudación del suministro a Egipto de armamento pesado, congelado tras la sangrienta represión contra los seguidores del presidente legítimo Mohamed Morsi que siguió al golpe de Estado de 2013.

A través de una llamada telefónica, Barack Obama anunció al mariscal golpista Abdelfattah al-Sissi que le suministrará 12 cazas F-16, 20 misiles Harpon y piezas de repuesto para carros Abrams M1A1.

Washington corre un tupido velo sobre sus exigencias al Gobierno golpista de reformas democráticas y respeto a la oposición política. Lo hace coincidiendo además con el alineamiento de Egipto con Arabia Saudí contra los huthíes en Yemen.

Asimismo, Obama anunció al presidente egipcio que ordenará la entrega de una ayuda anual de 1.300 millones de dólares en asistencia militar, parte de la cual quedó congelada tras la represión que se saldó con miles de muertos entre los seguidores de los Hermanos Musulmanes. París ya acordó con Al-Sissi el suministro a Egipto de 24 aviones Rafale.GARA