Regusto amargo el que dejó la paupérrima imagen a orillas del Nervión, sobre todo porque el partido, aun siendo complicado y en un territorio históricamente hostil para el Athletic, tenía una importancia capital. Y las sensaciones dejadas no pueden sino suscitar dudas, ya sabemos lo cainita que es este deporte incluso en el Botxo, sobre todo porque ahora llega un conjunto ché que a pesar de su empate en casa esta jornada pasa por ser el mejor Valencia de su historia por resultados en la jornada 29, igualado con el equipo de la campaña 1970-71. Un rival complicado al que Ernesto Valverde encara con dudas nada desdeñables, como la de reordenar un once y una estrategia sin Muniain, pero que no es ni mucho menos la única tarea a corto plazo que tiene el técnico.

Es verdad que la actualidad manda y, a la espera de lo que hoy determinen las pruebas médicas al de la Txantrea, y la incógnita de cómo resolverá Valverde su ausencia este jueves y los próximos partidos, el de Viandar de la Vera tiene, o debería tener, en la cabeza otras dos cuentas pendientes: las de recuperar de aquí a finales de mayo a dos jugadores que tienen quemucho que aportar en adelante, como son Susaeta e Iturraspe.

El del barrio de Matiena ha regresado al equipo tras su lesión, pero de momento su presencia es testimonial, ante el Sevilla ni jugó y para más inri el club ha informado de molestias en su pierna izquierda que habrá que esperar a la comparecencia de Txingurri mañana para saber su alcance real. Rescatar para la causa al mediocampista se antoja necesario para afrontar el final de la Liga y esa cita del 30 de mayo donde la disponibilidad de los jugadores y al mejor nivel será clave. Iturraspe necesita minutos, volver a sentirse importante y ser ese corazón del equipo que lo fue hasta no hace tanto. La competencia en esa zona es una obstáculo, pero los encuentros ante Valencia y Espanyol deben despejar el horizonte rojiblanco hacia esa séptima plaza y, a partir de ahí, si este se oscurece, bueno sería facilitar la progresiva entrada de Iturraspe o el desaparecido Susaeta.

Los interrogantes de Susaeta

El eibartarra vio el partido de Sevilla por la televisión. Y eso es raro, muy raro. Es la cuarta vez que se queda fuera de la convocatoria este curso, algo a lo que para nada estaba habituado, ni él ni la grada. Esta decisión última de Valverde de no incluirle en la lista esta jornada tras dos semanas de parón y preparación del partido en Lezama suscita muchos interrogantes. Seguramente no esté siendo la mejor temporada del guipuzcoano, pero de ahí a desaparecer del equipo... Es verdad que la irrupción de Iñaki Williams o el recurso a un Iraola más adelantado ha sido la puntilla a unas actuaciones de Markel que no estaban siendo brillantes, pero el de Eibar –le salieran o no las cosas– lo dejaba todo sobre el césped y corría como el que más, con sus buenas dosis de ayuda en tareas defensivas.

Se va a cumplir una vuelta, precisamente ante el Valencia, de la primera decisión de Valverde de dejar fuera de una convocatoria a Susaeta. Y las cosas no han ido a mejor. Sus últimos compases en Liga fueron ante el Celta en Vigo, el 14 de marzo, apenas tres minutos; antes, 26 minutos ante el Real Madrid y previamente 7 en su casa, en Eibar. Presencia testimonial durante la mejor racha del equipo.

La séptima plaza, aun a seis puntos, más parece un brindis al sol. Meterse en Europa pasa casi de manera exclusiva por la final de Copa. Y todavía queda un rato. Tanto como para que Valverde y el equipo tengan que echar mano de las mejores versiones de Iturraspe y Susaeta. Seguro que sí.