Joseba VIVANCO
Athletic

Sobreponerse a la adversidad

Un gol en fuera de juego de Aduriz sobre la bocina equilibra un partido con poco fútbol en el que los rojiblancos merecieron más.

ATHLETIC 1

VALENCIA 1


«Va por ti», le señaló con la mano Aritz Aduriz a Muniain, en la grada, tras nivelar en el minuto 89, en claro fuera de juego todo hay que decirlo, un hasta entonces injusto marcador. Como el Séptimo de Caballería, así acabó el Athletic su asedio a la meta valencianista. Lástima de prórroga. Un defectuoso despeje de Iraizoz en la primera mitad y un resbalón suyo que permitió que el balón le sobrepasara y se perdiera afortunadamente por la línea de fondo fue todo el peligro generado por un Valencia ramplón. Hasta que hacia el minuto 60, en una jugada aislada, seguramente mal defendida por el Athletic, acabó con un gol ché que para nada hacía justicia a lo visto sobre el césped, que no fue mucho, es verdad, pero al menos los rojiblancos habían gozado de dos cabezazos con la firma del gol y le habían puesto ganas, que no fútbol. Un tanto valencianista que a los bilbainos les costó dios y ayuda equilibrar, porque todo su artificio estaba supeditado al atrevimiento de un buen Iñaki Williams, pero siempre lejos de zona de remate. Y atentos al cachorro, fue el ‘zorro’ Aduriz el que metió la garra y empujó el empate a la red.

Unai López fue la incógnita despejada por Ernesto Valverde para ocupar la media punta húerfana de Muniain, sacrificando a un Beñat que venía «haciéndolo bien» en palabras hace unos días del técnico. Con Ibai y Williams en las bandas, al Athletic le costó hacerse con el dominio del juego y la pelota, en una primera mitad poco vistosa, más pendiente de un Teixeira Vitines que se ganó hasta pañuelos, la enemistad de Aduriz y hasta alguna mirada aviesa del joven Williams.

Dominio estéril inicial de los levantinos pero nada más. Así que el Athletic comenzó a crecerse hasta irse al descanso firmando más ‘uys’ que su contrario, con algunas ocasiones que podían haber terminado en algo más, como un remate forzado de Williams a la red lateral a balón peinado por Gurpegi. Antes, Iñaki había tenido otro balón al segundo palo al que no llegó.

Poco fútbol, reparto de la posesión, dificultades para la construcción, contadas llegadas, apenas ninguna clara, un Athletic sin imagianción, el graderío no tuvo otra que diseccionar la actuación arbitral y despedirla con un suspenso. En fin, uno de esos partidos que solo cambian con el primer gol, como el que casi hace, quién si no, Mikel San José, cabezazo a la salida de un córner nada más volver de vestuarios y que detuvo de manera acrobática Diego Alaves.

Siguieron empujando los rojiblancos, siguió Williams explotando su banda con carreras interminables, y ese querer más que su rival generó el cabezazo de Aduriz que Otamendi sacó bajo palos. El Athletic lo estaba teniendo en la mano, sin desplegar gran fútbol, pero sí por tesón. Pero llegó el gol de De Paul y jarro de agua fría. Cierto desconcierto, el Valencia que hasta pudo sentenciar en un par de acciones, pero el fútbol no quiso cebarse con los leones en una semana que podía ser horribilis. Y ahí apareció San Mamés, para remar. Entre marrullerías chés, una roja directa a Otamendi, Teixeira haciendo amigos y los leones a la carga, gol de un enrabietado Aduriz, casi sobre la bocina, llorando, ilegal, pero si entra... es gol. Un empate que supo a mucho en ese instante, que sabrá a poco hoy, pero demostró cómo sobreponerse a las adversidades.

Los datos

&indentHere;> La Grada de animación se mantuvo en silencio durante los nueve primeros minutos de partido en recuerdo a Iñigo Cabacas, de cuya muerte por la Ertzaintza se cumplían ayer tres años. Pancartas en su recuerdo, corearon en varios momentos gritos reclamando justicia para la muerte del socio rojiblanco.

> El árbitro volvió a acaparar todo el protagonismo del partido y a falta de fútbol fue el que metió a la grada de San Mamés en el encuentro. Decisiones muy cuestionadas, incluso pañoladas, gritos de ¡fuera, fuera!, pero no anuló el gol en claro fuera de juego de Aduriz que sirvió, eso sí, para hacer justicia en el marcador.

> Aritz Aduriz anotó su gol número 20 esta temporada, la primera vez que lo consigue como profesional, a sus 34 años. Tras anotar el empate, señaló al lugar en el que se encontraba Iker Muniain en el graderío para dedicarle el tanto, dedicatoria que habían hecho sus compañeros al inicio del partido con una camiseta de ánimo.

Valverde cree justo el empate, aunque pone matices

Ernesto Valverde declaró que el empate «puede ser justo», aunque admitió que «hay un par de jugadas», la expulsión de Otamendi y el gol de Aduriz en fuera de juego, «que pudieron condicionar el resultado».

«No puedo decir que no he podido verlo porque estaba en el videomarcador», explicó el técnico, reconociendo que el delantero estaba en posición antirreglamentaria al marcar. «No voy a decir nada porque los árbitros a veces aciertan más, otras menos y tienen poco margen para decidir», añadió.

Por su parte, el entrenador del Valencia, Nuno Espírito Santo, se mostró «indignado» con la actuación del árbitro al considerar que les «ha quitado dos puntos». «Es lamentable», apostilló. Entretanto, el presidente valencianista, Amadeo Salvo, dijo al árbitro que «pida perdón». GARA