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Campaña de persecución política contra opositores a Kiev

Un exdiputado del Partido de las Regiones y un periodista crítico con el Gobierno ucraniano, muertos en sendos tiroteos, son las últimas víctimas de una lista de fallecimientos, que incluyen extraños accidentes o suicidios de opositores a Kiev y a la revuelta del Maidán. El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció que se trata de «asesinatos políticos», pero su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, ve «una provocación para desestabilizar».

Dos figuras públicas opuestas al poder de Kiev, un exdiputado del Partido de las Regiones y un periodista, son los últimos muertos de una lista que refleja una campaña de persecución política. El conocido periodista ucraniano prorruso Oles Buzina murió el jueves tiroteado en Kiev. Buzina, de 45 años, fue redactor jefe del diario “Segodnia”, financiado por el hombre más rico del país, Rinat Ajmetov, que fue también el principal promotor del Partido de Regiones, formación del expresidente prorruso Viktor Yanukovich, si bien en los últimos tiempos Ajmetov se acercó al nuevo régimen.

El periodista había abandonado el diario por rechazar la censura. Hablaba frecuentemente en la televisión rusa sobre la crisis ucraniana, escribía que rusos, ucranianos y bielorrusos son «un solo y único pueblo«, se mostraba partidario de la federalización de Ucrania y acusaba a Kiev de «querer destruir la cultura rusa».

El miércoles por la noche, otra personalidad del antiguo Gobierno prorruso, el exdiputado del Partido de las Regiones Oleg Kalashnikov, fue encontrado muerto, igualmente a balazos. Kalashnikov era acusado de haber movilizado a manifestantes pro Yanukovich y agredir a los manifestantes que protestaban contra el entonces presidente.

No han sido las únicas muertes en lo que algunos han visto la desaparición de miembros del Antimaidán, el movimiento opuesto a la revuelta que acabó con Yanukovich. Previamente murieron, en una serie de presuntos suicidios, el exgobernador Olexandre Peklushenko o el exdiputado Stanislav Melnik, ambos de la formación de Yanukovich. En febrero, Mijail Chechetov, también exdiputado de este partido, murió al caer del piso 17 de un edifico en Kiev. El hijo menor del expresidente también fue encontrado muerto a finales de marzo, tras un extraño accidente de un minibús que cayó a un lago helado.

«Asesinato político» para Putin

Actualmente el Partido de las Regiones, el más poderoso en Ucrania bajo la Presidencia de Yanukovich, ha desaparecido prácticamente de la escena política desde la destitución del exmandatario prorruso en febrero de 2014.

Tras la muerte de Buzina, el presidente ruso, Vladimir Putin, denunció «un asesinato político», y acusó a Kiev de no hacer nada para aclarar estas muertes. Mikola Azarov, ex primer ministro de Yanukovich y, como él, refugiado en Rusia, acuso al régimen de Kiev de haber matado a Kalashnikov, «que detestaba el fascismo».

Por su parte, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, afirmó que «es una provocación deliberada que aporta agua al molino de nuestros enemigos, para desestabilizar la situación en Ucrania y desacreditar la elección política del pueblo ucraniano».

El consejero del ministro ucraniano del Interior, Anton Gueraschenko, llegó más lejos al decir que «no excluyo que estos asesinatos hayan sido organizados &bs;por los servicios de seguridad rusos para crear una atmósfera de histeria y mostrar lo que les pasa a los que estaban contra el Maidán».

Rusia, irritada por la llegada de 300 paracaidistas de EEUU

El Ejército de EEUU ha desplegado en Ucrania casi 300 paracaidistas cuya misión será entrenar tropas ucranianas para combatir a los insurgentes del este del país. Los soldados de la 173 brigada aerotransportada, con base en Italia, llegarán esta semana a la región de Lviv, cerca de la frontera polaca, donde permanecerán seis meses. Su misión será entrenar a 900 miembros de la Guardia Nacional ucraniana, bajo las órdenes del Ministerio del Interior pero compuesta por voluntarios que formaron las milicias de la revuelta del año pasado.

Rusia reaccionó inmediatamente rechazando la presencia estadounidense que «va a desestabilizar seriamente la situación» y «no facilita la solución del conflicto». Moscú acusa a Washington de haber apoyado el levantamiento del Maidán que acabó con el Gobierno de Viktor Yanukovich.

Gran Bretaña planea también enviar a Ucrania 75 instructores militares y Canadá, otros 200.GARA