Joseba VIVANCO
Athletic

Aduriz encoge la goma

Tras un atascado primer tiempo, un penalti dudoso abrió la lata azulona y a partir de ahí todo fue de cara para los rojiblancos.

ATHLETIC 4

GETAFE 0


A la elástica goma que mantiene viva la llama entre el Athletic y el séptimo puesto del Málaga, esta vez le tocó encogerse. Y lo hizo gracias a la generosidad futbolística que empieza a dejar ver Beñat, en un gran partido el suyo, a esos goles de Aduriz que siempre acuden a la llamada de San Mamés y, por qué no, también a un Getafe rácano y anodino que remató por primera y única vez en el minuto 70. La cosa, que no había empezado nada bien en una primera mitad atravesada y en la que a los leones les costaba crear peligro serio, acabó en goleada, de esas que tan poco se dejan ver por la capital bilbaina. Todo se allanó con el primer gol, cogió carrerilla con el segundo, la grada cogió calor, color con ese viento a favor, y toda la incertidumbre quedó a expensas de saber si ‘Adu’ sería capaz de hacer el triplete. Y a fe que lo tuvo.

Estalló San Mamés cuando el ‘zorro’ engañó a Guaita desde los once metros y puso en franquicia un marcador que tomaba mal cariz aun cuando todavía restaba toda una segunda mitad. Porque el Athletic, una vez más como le viene sucediendo últimamente, no encontraba portería, ni la encontraba y difícilmente la divisaba desde lejos. Fue un respiro para todos, jugadores, público, equilibristas ilusiones por alcanzar esa séptima plaza... Y todo gracias a un penalti sobre Viguera en la media luna, cuando encaraba al portero rival, pero que el ‘bueno’ de Mateu Lahoz lo señaló dentro. E inevitablemente la acción nos recordó la ‘ayudita’ de Teixeita ante el Valencia. Lo que en estos casos, cuando es a favor, viene a ser aquello de que el fútbol te da y te quita. Pues eso, que para qué discutir más.

Una jugada aislada que desatascó un partido que se le atragantaba por momentos a los rojiblancos, incapaces de atisbar huecos en la zaga azulona que se limitó a eso, a estar ordenaba y poco más. Poquísimo más. Porque Iraizoz se pasó cuarenta y cinco minutos asomado al balcón de su área, sin recibir un solo remate no ya entre los tres palos, sino a puerta. Y no es que el Athletic se prodigara mucho más, pero al menos disparó alguna vez, sin marchamo de gol, si bien tuvo el gol en las botas de Aduriz, que solo ante el guardameta no acertó a salvar su salida y la mando desviada. No estaba teniendo mucha fortuna el donostiarra en su regreso, algo lento, perdiendo balones, y tampoco le acompañó mucho arriba un Williams muy desorientado y dubitativo en sus decisiones.

Ernesto Valverde había apostado junto a ellos por situar a Viguera en la dichosa mediapunta, sacrificando a un Mikel Rico, relegado al banquillo, y al que se veía necesitado de un descanso. Pero desde el primer minuto se vio que quien debía hacer funcionar al equipo no era otro que Beñat. Cuando el de Igorre conducía, los leones jugaban, cuando la pelota no era suya, el juego se descontrolaba. Minutos de juar a nada, con Etxeita y Laporte que más parecían ‘Pili y Mili’, en un cansino tuya-mía. El buen hacer del ‘7’ no bastó para dar la movilidad necesaria al juego del grupo, que tuvo unos buenos primeros minutos, pero se fue apagando, sus llegadas eran ya contadas, aisladas, el primer córner a la media hora...

Algunos disparos lejanos y fáciles para el portero, los leones se veían incapaces de arañar nada hasta que llegó esa jugada clave al filo del descanso, que puso en ventaja a los locales y de paso dejó con un hombre menos al Getafe, al que el mundo se le vino definitivamente encima cuando al minuto de la reanudación, contragolpe local, ‘Don’ Andoni Iraola que asiste con visión de francotirador a Aduri, quien esta vez no iba fallar en el uno contra uno. Segundo al buche del guipuzcoano –el 46% de los goles del Athletic esta temporada, casi nada– y partido solventado.

Siguen los goles

A partir de ahí el encuentro, si ya hasta entonces había tenido una única dirección, se inclinó todavía más. Bajo la batura de Beñat, el balón se asentó definitivamente en torno al área madrileña. Primero Viguera cabeceó fuera por poco un centro del de Igorre, luego Aduriz no se decidió a marcar el tercero cuando se encontró solo ante Guaita, los centros al área azulona se iban sucediendo. ‘Adu’ buscaba el balón que llevarse a casa. Lo intentó por tierra, mar y aire, la tuvo inmejorable, solo, en las mismas narices de Guaita, y cabeceó picado a sus manos. Increíble que fallara eso. Así que visto que el donostiarra no atinaba, iba a ser Ibai Gómez el que lo hiciera, con un buen testarazo a centro de Susaeta. Y la fiesta se volvió completa en la grada.

Con todo de cara, con el Getafe dejándose ir, Ernesto Valverde quiso premiar al goleador de la noche y le sustituyó para que recibiera la ovación de la afición, y de paso que ese mismo graderío saludara de manera efusiva la entrada de un Kike Sola que no lo ha pasado bien. Solo hubiera faltado que el navarro metiera la primera que tuvo y salió rozando un poste.

El partido terminaba mucho más fácil de lo esperado en esa primera parte. Tanto fue así que hasta Susaeta se congració, con un gol, el cuarto de la noche, a pase del canterano Aketxe. Del césped, los ánimos se contagiaban a la grada, que veía por fin esa victoria que tanto se necesitaba tras una semana para olvidar, y de paso presenciar un festín de goles. El último 4-0 en San Mamés data del 28 de febrero de 2014, ante el Granada, con tripleta ese día de Aduriz, que esta vez no pudo repetir. No hubo mucho tiempo para más. Pitido final, aplausos generalizados a los jugadores, sin olvidar que un penalti pitado y que no lo fue disfrazó una mala primera mitad. Luego, todo fue sobre ruedas porque el rival también puso parte de lo suyo.

Victoria necesaria, derrota del Málaga en el Bernabéu como se preveía, y de nuevo a tres puntos de los andaluces y por delante otra vez del Espanyol. Ahora, una semana para preparar la visita al Córdoba y luego el derbi. Tres puntos sí, estrecho margen, pero sin olvidar esa goma que lo mismo alarga que encoge. Esta vez tocó lo segundo, veremos la próxima semana.

Éxito del primer encuentro de la Iñigo Cabacas Herri Harmaila

El Gaztetxe de Zorrotza acogió durante buena parte del día de ayer el primer encuentro de la Iñigo Cabacas Herri Harmaila, en el que los diferentes grupos que componen la grada de animación rojiblanca en San Mamés celebraron una jornada festiva previa al partido de la noche. Chupinazo, herri kirolak entre los diferentes ‘taldes’ de la grada y paellada popular en la que tomaron parte 180 comensales, si bien durante la mañana la participación superó las doscientas personas. «Estamos muy contentos, porque para ser el primer año ha salido mejor de lo esperado en cuanto a asistencia», valoraban desde los organizadores, muy optimistas de cara a proseguir con esta iniciativa en años sucesivos. Tras la comida, en mitad de un gran ambiente, los asistentes se encaminaron desde Zorrotza hacia el estadio en kalejira, para allí, en San Mamés, posar para una foto de familia en la puerta de acceso a su grada, la número 13, esa grada Iñigo Cabacas, y después proseguir la fiesta en los bares del entorno del campo. La victoria redondedó un exitioso día.J.V.