Las tornas han cambiado en la renta variable, al menos por un tiempo, después de que el pasado viernes el Ibex se fuera abajo con estrépito y se alejara de los 11.600 puntos. Ayer, no obstante, pudo frenar por la tarde el acoso de los bajistas en el entorno de los 11.300 puntos. Las compras se impusieron en el último tramo de la jornada y devolvían al Ibex a los números verdes gracias a un rebote precario. Sin embargo, no pudo asentarse sobre los 11.400 puntos. Ni la buena salida de Wall Street, ni los notables avances del resto de Europa le sirvieron para alcanzar ese nivel. Finalmente, acabó con 11.384,60 puntos, tras anotarse un 0,22%.

En Europa, la reacción al alza fue más decidida: Fráncfort ganó un 1,74%, París, un 0,86%, y Londres, un 0,82%. Las operaciones de bolsa corrían ayer en paralelo con noticias procedentes de China, donde se han aprobado más estímulos para la economía, y Grecia, todavía pendiente de zanjar sus diferencias con la troika. Este fin de semana el Eurogrupo revisará el plan de reformas de Atenas, paso previo al desbloqueo de los fondos de emergencia.

En el Ibex, los mejores fueron IAG (+1,24%), Caixabank (+1,15%) y Sacyr (+1,11%). En el grupo de los pesos pesados, destacaron Repsol (+0,72%), Telefónica (+0,63%) y Santander (+0,40%), frente a los descensos de BBVA (-0,26%) e Inditex (-0,25%). Los títulos de Mapfre (-2,34%) sufrieron el mayor desgaste.

En París, despuntó el sector financiero después de que China aprobara un recorte en el coeficiente de caja de los bancos. Así, Société Générale subió un 2,45%, BNP Paribas, un 1,74%, y Crédit Agricole, un 1,23%. Entre los cinco perdedores, el peor de la jornada del lunes fue Alcatel-Lucent al reducir un 1,11% a su cotización.