El debate celebrado ayer en el campus donostiarra de Deusto, que fue presentado como «una conversación», fue la primera aparición pública y conjunta en la que participaron los cuatro principales candidatos a ocupar la Alcaldía de la capital guipuzcoana para confrontar sus propuestas y sus puntos de vista. Juan Karlos Izagirre (EH Bildu), Eneko Goia (PNV), Ernesto Gasco (PSE) y Miren Albistur (PP) compartieron mesa y también el reto de enfrentarse a las preguntas formuladas de forma espontánea y aleatoria por jóvenes estudiantes. Sin guión previo, la cita fue natural y transcurrió en un ambiente distendido.

En tiempos en los que la ciudadanía asegura sentir «desafección por la política», la estampa de un Salón de Grados abarrotado y además de gente joven –muchos se tuvieron que conformar con seguir la convocatoria de pie–, dejó en evidencia que había interés o, al menos, mucha curiosidad.

La intención inicial consistía en lanzar cada pregunta a un candidato en concreto, pero la primera cuestión, que abordó el tema de los presos políticos vascos, hizo que todos quisieran aportar su punto de vista. «¿Qué me dicen de los 66 presos donostiarras que están dispersados en cárceles españolas y francesas?», planteó un joven. También citó que uno de ellos tiene más de 70 años y recordó a los que están enfermos.

La pregunta se la lanzó a Goia, «al pertenecer al partido que gobierna desde Gasteiz». Este, recordándole al estudiante que la competencia sobre política penitenciaria no es de Lakua, sino de Madrid, defendió que los derechos humanos son «incuestionables» y que pertenecen a todos por igual. «También a las personas presas, y hay que reclamarlos», matizó. No obstante, añadió que se deben dar, a su vez, otros pasos, como «la disolución de ETA».

En este punto estuvieron de acuerdo tanto Albistur como Gasco. La candidata por el PP pidió también el desarme de la organización clandestina y dijo que quizá «entonces» se den cambios en la política carcelaria.

Izagirre, que recordó que su Gobierno ha sido el primero en homenajear «a todas la víctimas del conflicto» aunque «sin un discurso consensuado», apeló a la empatía, al esfuerzo de entender que «mi dolor es el mismo que el de enfrente, aunque de origen diferente». Por ello, mencionó la importancia de crear «espacios de encuentro» para cerrar heridas, algo que aseguró llegará, «aunque hagan falta unos años».

Desde el PSE y el PP, aun y todo, dijeron que no se ha hecho suficiente.

Urumea y políticas sociales

La segunda cuestión planteó un giro de 180 grados. «¿Los vecinos de Martutene y Txomin tenemos que temer cada vez que llueve?». Clara alusión a las riadas que padecen estos núcleos urbanos cada que vez que el río Urumea se desborda. Las posturas de Albistur, Izagirre, Goia y Gasco, con matices, coincidieron. Estuvieron de acuerdo en señalar que las inundaciones registradas en noviembre de 2012 fueron un punto de inflexión y que, tanto la coordinación como el Plan de Emergencia, entre otros mecanismos, funcionan. «Si las cosas se hacen desde los despachos no se arreglan», dijo Izagirre, y recordó que ha sido su equipo el que incorporó en estos grupos de trabajo a la comisión de vecinos, «a quienes hasta entonces no se les había dado voz».

Gasco, por su parte, desveló que cuando era viceconsejero de Transportes de Lakua eliminó la estación del TAV prevista en Astigarraga porque era «zona inundable». Además, reconoció la labor que se ha hecho en esta legislatura, pero consideró que aún falta algo fundamental: dragar el río. Para Goia, aquellas inundaciones del 2012 dejaron de manifiesto «hasta donde podemos llegar si nos ponemos de acuerdo».

El alcalde recordó que el proyecto para encauzar el río y restaurar todas las zonas afectadas consta de 18 actuaciones y que «todo lo que tiene que estar firmado está firmado. No hay marcha atrás», remarcó.

En cuanto a materia económica, las ayudas sociales para evitar la exclusión social y el paro, concretamente el juvenil, también se trataron, aunque sin ofrecer fórmulas exactas.

Respecto a la primera cuestión, todos estuvieron también de acuerdo en que las ayudas sociales son necesarias, pero Albistur apeló a la importancia de detectar los posibles fraudes que se puedan cometer, alineándose con el discurso del alcalde de Gasteiz, Javier Maroto.

Gasco admitió que discrepa por completo con la postura del primer edil gasteiztarra, y lamentó que se ponga «en solfa un sistema que funciona».

Los datos y las cifras los aportó Izagirre. Según declaró, con un presupuesto 25% menor, las ayudas sociales se han cuatriplicado «para que nadie se quede sin comer». También lamentó que hoy en día haya sueldos indignos, lo que provoca que, mucha gente, a pesar de trabajar, tenga que recurrir a las ayudas. Otro tanto dijo que ocurre con las personas que han trabajado durante muchos años y hoy cobran la jubilación. Por último, pidió que no se mezcle la inmigración con las ayudas porque «nada tienen que ver».

El reloj apremiaba –el tiempo pasó volando–, y las últimas cuestiones se lanzaron una detrás de otra. Donostia 2016, la gestión de los residuos, la remodelación del estadio de fútbol de Anoeta… este último de nuevo unió a los candidatos al considerar que la obra es buena para la ciudad. Pero ojo, el alcalde adelantó que debe costar «cero euros» a las arcas públicas. «Ese dinero se destinará para que a nadie le falta pan», añadió.

El lado más personal

La última parte del debate estuvo dedicada a cuestiones más personales, de forma que el encuentro permitiera descubrir su cara más desconocida. Por ejemplo, pudimos saber que el exalcalde Ramón Labayen es el referente de Goia, mientras que para Gasco, tirando por la misma senda, lo es Odón Elorza, primer edil durante 20 años.

Para Albistur, su padre, médico, jugó un papel fundamental en su vida, y por eso lo citó como ejemplo a seguir. Izagirre optó por el recién fallecido Eduardo Galeano. Suyo es también el libro que recomendó leer: “Patas arriba: la escuela del mundo al revés”.

La literatura fue, precisamente, otra curiosidad por la que se les preguntó. El candidato por el PSE recomendó “Los pilares de la tierra”, de Ken Follet; Albistur “En el café de la juventud perdida”, de Patrick Modiano; y el candidato jeltzale se decantó por “La corte del zar rojo”, firmado por Simon Sebag.

Una vez señalaron la importancia de formarse y de aprovechar «todo lo bueno» que ofrece la época estudiantil, se les pidió que eligieran un destino para irse de Erasmus. Goia y la candidata del PP se encontrarían en Italia, porque él eligió Bolonia y ella «cualquier rincón» de ese país. Izagirre se iría a Wroclaw, ciudad polaca que compartirá la Capitalidad Cultural Europea con Donostia. Y Gasco… arrancó unas cuantas risas cuando respondió «Amsterdan».