Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «Una noche para sobrevivir»

Obligado a elegir entre la familia biológica y la mafiosa

Cierto es que el catalán Jaume Collet-Serra se dedica en Hollywood al cine de género, solventado siempre de manera muy profesional; pero aunque no aspire a realizar obras maestras de autor, sí que sus películas denotan unas obsesiones personales. En “Run All Night” están todas ellas reunidas, por lo que se trata del realizador adecuado para poner en escena el guion original de Brad Ingelsby, que extrañamente no fue escrito por encargo de ningún gran estudio.

A Collet-Serra le gusta hablar de las relaciones familiares, y en su tercera colaboración con el actor irlandés Liam Neeson potencia el rol paterno de este, hasta el punto de que su personaje de viejo sicario deberá plantearse la elección entre su familia biológica y la fidelidad al clan mafioso. Otra característica del de Sant Iscle de Vallalta es la predilección por los ambientes opresivos, aquí vertidos en la tensión urbana de la noche neoyorquina. Y, por supuesto, el desarrollo de la acción violenta contra el reloj. Disfruta con la aceleración del ritmo narrativo, con la sucesión de escenas encadenadas con nervio.

La pega que se le puede poner a su trilogía Neeson es que, junto con la franquicia “Venganza” producida por Luc Besson, están colaborando al encasillamiento del actor como maduro héroe de acción. Además ocurre que el argumento de “Run All Night” se parece mucho al de la película de Sam Mendes “Camino a la perdición”, que también versa sobre mafias irlandesas y conflictos paternofiliales. Todo ello le resta cualquier apariencia original o novedosa, en cuanto a la combinación de situaciones del género de gangsters y del western, claramente destinadas a reforzar el duelo estelar entre el prota y su antagonista.

Si sale bien una vez más, es gracias a que nadie mejor para enfrentarse a Liam Neeson en un escenario como La Cocina del Infierno que Ed Harris, ejerciendo además de su gran enemigo íntimo.