Curro VELÁZQUEZ GAZTELU
FLAMENCO

El baile flamenco como la auténtica danza contemporánea

José Maya se encuentra con su propia sombra, persiguiendo la fuente de ese instinto latente como expresión freudiana. Existe el sueño manifiesto, que es el sueño que se recuerda y que por tanto se puede contar. El sueño latente, ese sueño que está en uno mismo pero que está oculto y que no siempre se manifiesta. Porque para José Maya la verdadera danza contemporánea es el propio flamenco. Lo trata con tanto respeto que surge una fuerza transgresora desde esa parte primitivista que el propio flamenco lleva a cuestas. Cada día el baile flamenco te permite adoptar cualquier forma: cada día es diferente. Cada día puede ser un milagro, cada día puede ser un fracaso, dándote esa libertad inexplicable con capacidad de poder encontrarse con mil y una formas dancísticas, sin estar pendiente cada segundo que pasa de no dejar esa parte esencial de lado, esa parte atávica, casi mística. Y ello, se tiene o no se tiene porque no habrá escuelas en el mundo donde se intente enseñar algo que se lleva implícito en el mapa genético. José Maya bebe de diferentes fuentes artísticas para desarrollar su meta. Él es consciente de que se ha dejado de lado lo fundamental en el flamenco a consecuencia de mejoras técnicas, del diseñar adecuadamente el propio cuerpo de baile, de nuevas formas escénicas. Pero Tía Juna la del Pipa está aquí presente, para equilibrar la balanza. Cante rancio, cante sin concesiones, cante de la escuela natural, de estirpes flamencas. “Latente”, una propuesta que a nadie deja indiferente. Nos descubre un flamenco cosmopolita, desde el flamenco más arcaico, hasta el más vanguardista. Desde una concepción abierta al mundo, pasando por las formas más primigenias. “Latente” y José Maya. José Maya y “Latente”.