Iraia OIARZABAL
DONOSTIA

Las caras del trabajo se reúnen en las aulas para repensar el sindicalismo

La última de las jornadas organizadas por la fundación Ipar Hegoa con el fin de repensar el sindicalismo reunió ayer en Donostia a jóvenes, parados, mujeres, cooperativistas, autónomos y pensionistas que dibujaron las líneas a seguir en la renovación del modelo sindical.

Los pasillos y la aulas de la Facultad de Sicología del campus de Ibaeta presentaban ayer más movimiento del habitual en una jornada de sábado con motivo de la celebración de las jornadas (Bir)pentsatzen organizadas por la fundación Ipar Hegoa. Se trata de la tercera sesión de unas jornadas que tuvieron lugar previamente los días 5 y 6 de marzo. El objetivo, como el propio nombre indica, repensar el modelo de sindicalismo de cara a la renovación que LAB plantea para 2017.

Con ese reto ante sí, representantes de diversos ámbitos del mundo laboral comenzaron a dibujar ayer las líneas a seguir durante los próximos años a partir del análisis realizado en diferentes sesiones de trabajo. La necesidad de abrirse a nuevos ámbitos, más allá de los centros de trabajo, y llegar a colectivos que actualmente permanecen en cierto modo «alejados» del sindicalismo fueron algunas de las principales conclusiones extraídas en los debates.

El movimiento juvenil y las personas que se reunieron en el grupo de trabajo de los sectores feminizados reivindicaron con especial ahínco estas necesidades. Así, la representante de LAB Izaskun García defendió que es imprescindible observar la situación y las necesidades de las mujeres para ofrecer una acción sindical a partir de ello.

Centrándose en medidas más concretas, Saioa Iraola, de Bilgune Feminista, señaló que deben reconocerse las labores de cuidado y abrir la conceptualización del trabajo más allá de los empleos remunerados.

Unido a ello, lanzó una pregunta de cara al proceso de renovación: ¿Qué debe ofrecer el sindicalismo a quienes se mueven en el mercado laboral no regulado o a trabajadoras que tienen un régimen especial?

Una pregunta similar a la que se plantearon en la mesa de trabajo de la juventud, donde ofrecieron una serie de datos que explican en cierto modo la lejanía con la que perciben el sindicalismo. Iñigo Erkiaga recordó que la tasa de actividad entre los jóvenes de 16 a 29 años en Hego Euskal Herria es de alrededor del 50%, de los cuales solo el 35% tiene contrato, siendo menos aún los que llegan a tener relación con los sindicatos.

Por ello, mencionó que el sindicalismo debe abandonar viejos esquemas y reformularse hacia un modelo más sociopolítico. «Tiene que acertar a llegar a los jóvenes», afirmó.

Apuesta por las pensiones

Desde uno de los sectores que más está padeciendo los efectos de la crisis, el de los pensionistas, la catedrática de Economía Miren Etxezarreta puso el acento en la crisis de las pensiones públicas, un concepto que, a su juicio, hay que desmitificar puesto que se trata de «una maniobra muy importante para el capital financiero mundial».

Aplaudió el proceso abierto en LAB y apuntó que todo sindicato tiene el deber de trabajar a favor de los pensionistas y las pensiones públicas.