Declan Kearney
Miembro de la Ejecutiva Nacional de Sinn Fein y candidato a las elecciones del Parlamento Británico
KOLABORAZIOA

Elegir entre igualdad y austeridad

Las elecciones de Westminster están en su apogeo en Gran Bretaña y en los 6 condados del Norte de Irlanda. Muchas encuestas continúan sugiriendo la posibilidad de que el siguiente Parlamento Británico esté de antemano condicionado. Tories y Laboristas conseguirían un tercio de los votos cada uno, y el otro tercio estaría repartido entre las demás partes que compiten, Escocia, Gales y el Norte de Irlanda, incluyendo al UKIP (Partido independiente del Reino Unido), el DUP (partido unionista, del difunto Ian Paisley), el SNP (partido nacionalista escocés) y Sinn Fein.

El foco de estas elecciones está centrado en la política económica y en los modelos y razones que deberán regir la economía y las políticas económicas.

En declaraciones recientes los Tories aseguraron que si resultaran reelegidos su plan de reducción del déficit para el Estado Británico incluiría 30 billo- nes de libras en recortes adicionales, de las que 12 afectarían a la asistencia social, y aunque se hayan negado a especificar a qué áreas específicas afectarán estos recortes, viendo el ataque ideológico al que someten a la sociedad de bienestar, está claro que su objetivo son los discapacitados, los niños y niñas con necesidades especiales, los enfermos de larga duración, los ancianos y las asistentas.

Las ramificaciones de los planes de los Tories van a ser catastróficas. El Estado del bienestar Británico ha sido ya seriamen-te dañado. Actualmente hay 700.000 ciudadanos y ciudadanas con contratos de cero horas (solo se trabaja cuando el patrón llama) y los Tories se han comprometido con un referéndum que permita decidir sobre la permanencia Británica en Europa, lo que va a tener sus propias repercusiones.

El pasado mes el canciller en la sombra del Partido Laborista Británico, Ed Balls, admitió apoyar políticas de austeridad aunque a una escala menor que los Tories. Una clara señal de que una futura administración laborista está comprometida con aceptar la austeridad. En este contexto fue significativa la vigorosa negativa a la austeridad de Nicola Sturgeon, líder del SNP durante la conferencia de primavera de su partido, y en el debate de los líderes celebrado en el canal de televisión ITV.

Actualmente los dos únicos partidos significativos en Irlanda o el Estado británico liderando las políticas antiausteridad y apoyando alternativas económicas y estrategias fiscales son el SNP y Sinn Fein. Es significativo que el SNP pueda convertirse en la tercera o cuarta fuerza política en el Parlamento británico tras estas elecciones.

La característica que diferencia a Sinn Fein de los demás partidos que se presentan a estas elecciones es un compromiso sin ambigüedades a favor de la igualdad. Todos los partidos unionistas, incluido el Partido de la Alianza, se han comprometido con la austeridad. Por esta razón sigue existiendo el impasse sobre la implementación del acuerdo actual, relativo a la protección de la asistencia social, dentro del ejecutivo del Norte de Irlanda.

La responsabilidad última la tiene el Gobierno británico. Las instituciones políticas fueron establecidas para facilitar el cambio en el Norte de Irlanda, y que esta emergiera del conflicto vivido.

Pero los Tories tomaron hace ya cinco años la decisión de reducir el gasto público establecido para los seis condados en 1,5 billones de libras y ahora han dejado claro que si tienen la posibilidad, van a recortar más aún el paquete económico. Esa perspectiva tiene unas implicaciones económicas y sociales muy serias para la sociedad del Norte de Irlanda.

Hace dos semanas David Cameron, de visita en Belfast, siendo preguntado sobre el pacto electoral unionista, se negó a hacer ningún comentario. Los Tories presentan 16 candidatos en el Norte de Irlanda. No se presentarán en Fermanagh South Tyrone ni en el Norte de Belfast.

Ideológicamente los partidos unionistas DUP y UUP son parte de los que representan la agenda de la austeridad. Su pacto electoral más amplio es negativo, sectario, y favorable a la alianza pro-austeridad, el cual se asienta en el partido Conservador de Cameron. No ofrece nada a la clase trabajadora pobre unionista, a los desempleados, a los más necesitados; en definitiva a ninguna sección de la sociedad del Norte de Irlanda. Dicho de otro modo, el unionismo en estas elecciones representa el dicho de, falta de visión política y mala economía, e incluso es el facilitador de una mayor austeridad Tory para el Norte de Irlanda.

La alternativa a la caída al precipicio representada por el Unionismo y los Tories es el tipo de visión, liderazgo y estrategia que rechaza la austeridad, apoya la igualdad y está comprometida con crear alianzas en la sociedad.

Este debería de ser el foco de atención de todos los partidos y organizaciones genuinamente progresistas en las próximas semanas.